La afición vota en contra de fichar a Greg Hardy por maltratador
El jugador tiene graves antecedentes por violencia doméstica y los aficionados de los Screaming Eagles de Salt Lake se negaron a admitirle en su equipo.
En España hubo una agria polémica durante el mercado de invierno, cuando varias peñas del Rayo Vallecano se opusieron a la llegada del jugador Roman Zozulya al equipo por su supuesta ideología extremista. En el mundo del football americano acaba de suceder algo similar, pero esta vez debido a los antecedentes de violencia doméstica de Greg Hardy.
Hardy, que tiene ahora 28 años, era una estrella de la NFL. Un defensive end de los Carolina Panthers capaz de conseguir 26 sacks en dos temporadas. Su carrera era más que prometedora y su talento podía convertirle en el mejor jugador defensivo de una generación. Sin embargo, se empeñó en tirar su carrera por la borda. Fue denunciando por amenazas y violencia doméstica, por pegar y vejar a su novia. Fue condenado por la justicia ordinaria, sancionado por la NFL por una temporada casi completa, y despedido por los Panthers. Greg Hardy ganó la apelación porque la denunciante se retiró del caso, probablemente tras llegar a un acuerdo, pero Deadspin publicó unas fotografías en las que se veían las secuelas de la agresión y que tiraron por la borda todos sus argumentos del jugador negando lo sucedido.
Jerry Jones decidió darle una última oportunidad en los Cowboys en contra de todo el mundo. Pero también la desaprovechó. Su tendencia a la violencia y a perder el control también fue evidente sobre el campo, con reacciones completamente desquiciadas y conflictos permanentes con sus compañeros. Hasta el punto que incluso fue vetado por la liga canadiense de football (CFL) cuando intentó continuar allí su carrera.
En 2016 volvió a ser detenido por posesión de cocaína y se declaró culpable.
Una nueva oportunidad en el football indoor
Hace unos pocos días parecía que Hardy podría tener una nueva oportunidad en el football indoor. Los Salt Lake Screaming Eagles le hicieron una oferta para que jugara en su equipo, pero con una condición, que sus seguidores votaran mayoritariamente a favor del fichaje.
El proceso de votación duró diez horas, entre las 12 del mediodía y las 10 de la noche del miércoles y en un primer momento pareció que recibiría el beneplácito de la afición. Dos de cada tres votos estaban a favor de su fichaje. Posiblemente influenciados por un comunicado del equipo que defendía su incorporación:
“Hardy ha expresado un fuerte convencimiento de unirse a los Screaming Eagles para demostrar sus habilidades como jugador y que es digno de otra oportunidad como persona. Como jugador, Hardy es un pass rusher muy físico que podría tener un impacto inmediato en nuestra línea defensiva. Como persona, arrastra un historial de arrestos y denuncias. Hemos pasado toda la semana hablando con él y con muchos de sus excompañeros y entrenadores. Después de horas de deliberaciones y debates, el propietario, la dirección y los entrenadores estamos unánimemente de acuerdo en que apoyamos que Hardy se una a nuestro equipo si los aficionados votan a favor de ello. Él no lo está haciendo por dinero, solo quiere jugar, y demostrar el tipo de persona que es dentro y fuera del campo, y espera tener una nueva oportunidad de jugar de nuevo los domingos”.
Unos pocos votos decidieron el resultado
Pero al final, los seguidores de los Screaming Eagles no se dejaron influenciar por el comunicado, y parecen tener muy claro el tipo de persona que es Greg Hardy dentro y fuera del campo, sin necesidad que lo demuestre vistiendo sus colores. Pese a que en un principio parecía que ganaría el “sí”, el resultado final fue que los seguidores del equipo no quieren ver a Hardy en el equipo. La votación fue apretadísima, prácticamente un empate técnico al 50%, pero unas pocas papeletas inclinaron la balanza en contra de su incorporación a la plantilla.
La directiva tenía la intención de que Hardy se incorporara de inmediato al equipo en caso de que saliera un “sí”, y que el jugador pudiera disputar el partido que los Screaming Eagles jugarán mañana viernes contra los Colorado Crush. Sin embargo, al final han tenido que resignarse a publicar un comunicado anunciando el resultado negativo: “Sabíamos que el voto de los aficionados sobre la contratación de Greg Hardy sería polémico, pero creemos en la capacidad de los fans para tomar la decisión correcta. Apoyamos totalmente esa decisión como la mejor para el éxito futuro del equipo”.
Probablemente, Greg Hardy tendrá ahora que buscar su futuro en la Liga de Primavera, donde los aficionados no tienen derecho a votar para elegir qué jugadores deben formar parte de su equipo. Lo que parece seguro es que nunca más volverá a pisar un emparrillado de la NFL por muy bien que juegue en todas las ligas menores del mundo.