Kirk Cousins afirma que nunca pidió ser traspasado

Una vez, si mal no recuerdo, me estampé con un coche a la altura de Zaragoza. Clásica locura de juventud que pudo salir muy mal pero que se ha quedado para anécdota de inicio de artículo.

El caso es que salí de trabajar, en Madrid, a las cuatro de la tarde, y tiré como un poseso hacia Barcelona para, a las diez de la noche, poder ver a Pearl Jam en el Palau Saint Jordi. Al acabar, y con un café y una hamburguesa en el cuerpo, a tope de vuelta a Madrid que a las ocho de la maána tenía un examen de Economía Pública.

No me digáis por qué, pero me dormí. Yo y los dos que iban atrás. Ah, sí, también el que conducía. Pudo ser peor pero no estuvo mal: tres semanas hospitalizado en la clínica MAZ y dos mas inmovilizado en casa.

Soy de pueblo y si algo tengo claro es que a la gente le encanta comentar. Cuando volví por mi Cangas del Narcea me asaltaron unos conocidos, en una tienda, y me preguntaron si ya me había recuperado de mi accidente de furgoneta. En Zamora. Repartiendo colchones.

Kirk Cousins y su rumor de traspaso

Pues poco menos lo mismo le ha sucedido esta semana a Kirk Cousins. Bueno, sólo lo de llevarse una sorpresa morrocotuda en una tienda con respecto a algo que atañe a su vida. Lo del concierto y el accidente no, tranquilidad a ese respecto.

Se dijo, se filtró en la prensa de Washington y reprodujimos todos los demás, que Cousins se había reunido con Dan Snyder, el dueño de los Redskins, para implorarle que le traspasase, que no aguantaba más en la franquicia.

Razones no le faltarían. Snyder despidió al general manager, Scot McCloughan, el mismo día en que se abría la agencia libre. Han perdido a dos de sus mejores receptores en Pierre Garçon y DeSean Jackson. Han perdido a Chris Baker. La franquicia padece de una notable falta de dirección. Y, para más INRI, hay muy serias dudas de que tengan intención de considerar al propio Cousins como el futuro QB franquicia porque, de ser así, le habrían hecho un contrato de larga duración y no le tendrían, como ha pasado las dos últimas temporadas, en contratos anuales.

Sin embargo, según la versión del QB, eso nunca sucedió. Él se reunió con Snyder, sí, pero allí sólo se habló de que era el quarterback del futuro, y por muchos años. Todos tan amigos. Y, además, esto es más entendible aún, Cousins pasa mucho de meterse en internet a ver lo que se dice o se deja de decir sobre él.

Así que se fue a una zapatería con su mujer y se encontró con la inmensa sorpresa de que uno de los dependientes le afeó la conducta y le dijo que no tenía que pedir el traspaso, que eso era muy poco elegante.

Para Kirk Cousins fue toda una sorpresa la pregunta en sí y fue cuando se enteró que, en las noticias, él había pedido irse de Washington. Pues le entiendo bastante bien, la verdad.

Ahora, en vosotros está el creerle o el pensar que, una vez que se tiene que quedar sí o sí en el equipo, ha comenzado la campaña de relaciones públicas que ningún dependiente de zapatería, y ningún seguidor de los Redskins en general, le coja mucha manía por querer salir a la máxima velocidad posible del jaleo que tienen montado en Washington.