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ATLÉTICO DE MADRID

Atlético: 5 asignaturas pendientes para la segunda vuelta

Rentabilizar los goles; equilibrar el balance errores; los resultados ante los de arriba; reencontrar su juego y para alcanzar el objetivo del tercer puesto.

Madrid
Simeone da indicaciones durante el partido en San Mamés.
David RamosGetty Images

El Atlético concluyó una primera vuelta “irregular”, en palabras de su técnico. El equipo colchonero ha visto cómo el pujante Sevilla se ha interpuesto en la lucha entre Madrid y Barcelona adueñándose del protagonismo que se había ganado el equipo rojiblanco durante las últimas temporadas. Ayer Koke dejaba claro que el objetivo “es ser tercero”, pero ni será fácil auparse hasta esa plaza ni mantener la cuarta:

1. Más goles a favor y también en contra. 35 puntos ha sumado el Atlético en los primeros 19 partidos. 44 sumó la temporada pasada en ese mismo ciclo (2º); 41, en la 14-15 (3º); 50 hizo en la 13-14 (2º); 44, en la 12-13, la primera campaña completa de Simeone como técnico del Atlético. Es de largo el peor registro del técnico argentino en España en cuanto a puntos. Sin embargo, el bagaje ofensivo ha mejorado con respecto al ejercicio anterior. Se cierra la primera vuelta con 34 goles, siete más que la temporada pasada. En defensa los números han empeorado. 16 goles recibidos por los ocho solamente de los 19 primeros partidos del campeonato anteriores. Sin embargo, la cifra mejora los 18 encajados en la 14-15 y la 12-13, aunque queda lejos de los 11 de la 13-14, en la campaña que el Atlético terminó campeón.

2. Sin apenas sumar ante los de arriba. La primera vuelta ha dejado dudas, pero la mayor y la que más preocupa es que el equipo no ha conseguido sumar el triunfo ante ninguno de los equipos clasificados entre los siete primeros. Se perdió con Madrid, Sevilla, Real Sociedad y Villarreal y se empató con Barcelona y Athletic. Todos los puntos importan, pero los enfrenamientos directos influyen en la tabla y en la convicción moral de un equipo. El Atlético comenzó con dos inesperados empates ante rivales en teoría asequibles como Alavés y Leganés pero después ha perdido su factor de dureza. Ya no solamente Madrid y Barcelona son capaces de desarmarles. Equipos de menos presupuesto que el rojiblanco han puesto en duda su condición, especialmente un Sevilla al que desde el banquillo colchonero se mira con especial atención.

3. Líderes, derrotas y paso atrás para tomar impulso. Durante dos jornadas llegó el Atlético a ser líder de la competición. La séptima y la octava jornadas marcaban el cénit liguero antes de la trascendental derrota en el Pizjuán. Carrasco aceleraba, incorporaba goles a su repertorio, Griezmann apuntaba a la pelea por el Balón de Oro y el equipo se manejaba con Koke en el centro. El tridente Griezmann-Gaitán-Carrasco era por entonces el más determinante del campeonato. Además, Filipe volvía a ser el mismo que se fue al Chelsea. Se perdió en Sevilla y comenzó a ponerse en duda una idea que se haría trizas en San Sebastián y, por último, en Vila Real. Desde entonces Simeone ha rearmado el equipo. Primero lo intentó dejando en barbecho el plan con Koke en el centro. Ahora el vallecano ha recuperado su posición. Carrasco se frenó y Simeone ha conseguido el paso al frente de Gaitán. Poco a poco los futbolistas se van incorporando.

4. El balance de errores debe volver a ser positivo. El Atlético se especializó en no cometer errores y en castigar los del rival. En la primera vuelta el balance no ha sido especialmente favorable. Partidos puntuales se decidieron por ese factor. Tiago perdió de vista a Nzonzi un momento en el Pizjuán y el partido se acabó ahí. En Vila-Real volvió a equivocarse, pero no fue el único aquella tarde. En Anoeta dos ingenuos penaltis de Gabi y de Correa penalizaron al Atlético. Ayer, en San Mamés, Godín se equivocó yéndose alegremente al ataque. El Atlético poco a poco equilibra, vuelve a castigar los errores del contrario, pero necesita recortar el número de los propios.

5. El juego como necesidad para crecer. Simeone observó el peligro al finalizar la temporada pasada. El Atlético era ya un equipo estudiadísimo por los rivales, previsible a veces, sin capacidad para sorprender. El técnico buscaba reforzar su fortaleza con variantes en ataque, vinieron Gaitán y Gameiro para ello. Al primero le ha costado sintonizar lo que Simeone quiere de él, un talento al servicio del bloque, y al segundo se le achaca todavía mayor relación con el gol. Más allá de eso, al equipo le sigue costando generar. Falta reencontrar el juego, mezclando bien a los futbolistas que están en crecimiento.