México se divierte en Colombia; el Mundial FIBA, a un partido
La Selección Mexicana de Basquetbol acribilló a Colombia con tiro exterior y media distancia. Panorama ideal para el cierre de las ventanas: recuperó diferencia de puntos y enfrentará a la ya eliminada Uruguay.
México sobrevivió a su primer Día-D. Lo hizo con creces, con amplia efectividad mortal, sin una sola baja, con la autoridad de un ejército invencible. El proceso de Omar Quintero, ahora, se reduce a una sola premisa: vencer a Uruguay, y esperar que Estados Unidos derrote a Brasil, si cabe. Es la fórmula que, sin demás consideraciones, enviaría a México a su tercera Copa del Mundo en 50 años.
Ni el más optimista de los escenarios que imaginaban Quintero y los ‘12 Guerreros’ habría cuadrado con lo que sucedió en el Coliseo Iván de Bedout, en Medellín. México no solo hizo positivo el diferencial de puntos y devolvió con intereses la insospechada derrota de Chihuahua, hará seis meses; recuperó autoestima y gozo por sí mismo. Los ‘12 Guerreros’ jugaron baloncesto. Se regodearon. El primer parcial, 17-26, ofreció una mera ilusión de paridad. Lo cierto es que, después, siguió un exterminio sobre el parqué; Colombia tardó ocho minutos en volver a anotar y México encestó con saña desde todos los puntos. Los triples caían en tormenta: Orlando Méndez, Paul Stoll, Paco Cruz, Gael Bonilla. De frente, de costado, sobre la carrera. Por aquí y por allá. Y, en la pintura propia, las cosas tampoco eran tan diferentes: Josh Ibarra estableció un cerco infranqueable para Ibargüen y Angola, que solo conseguían anotar en el uno-contra-uno.
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No hubo partido después. El surrealista parcial del segundo cuarto, 7-31 (racha de 27-0), solo vaticinaba una certeza. El duelo se sostuvo a partir de un solo interés: “cuántos puntos anotará México’. El quinteto ‘tricolor’ atacó con sadismo hasta que se sació. Bonilla y Cruz, siempre solitarios en las esquinas; Méndez y sus estéticos disparos en paso-retirada, hasta Héctor Hernández se atrevió a bailar en el carnaval. La ventaja llegó hasta un pornográfico +69. Entonces, México detuvo su baloncesto compulsivo y Colombia se esmero, sin éxito, por maquillarse. Los ‘cafetaleros’ claudicaron sin robos, sin puntos de contragolpe, 28.8% de efectividad de campo, y sin Mundial.
El Mundial FIBA, tan cerca y tan lejos
Todo son, por esta noche, buenas noticias para los ‘12 Guerreros’. Los 20 puntos de Orlando Méndez; los 15 de Gael Bonilla, el elegido, y su 100% de efectividad. Los 16 de Paul Stoll y su 83% desde el triple. En el cómputo global, el equipo de Quintero disparó para un 51.2% detrás de la línea (22/43), embocó el 54.85 de sus intentos al aro y ganó la batalla por los tableros (42-37). Números que facilitan la respuesta a la única ecuación posible: ganar a Uruguay, que cedió sus pretensiones mundialistas esta misma noche, frente a Estados Unidos (77-88). El problema está en que Puerto Rico obró el milagro en Brasil (90-92, con triple boricua en el último segundo). Al final de todo, México depende enteramente de sí mismo. Un partido. Un cálculo. Miles de plegarias. Una ilusión.