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AUTOS

Autos eléctricos: ¿por qué las llantas son diferentes a las de un auto a gasolina?

Buscan mejorar la eficiencia, reducir el ruido y soportar el torque.

Luis Hernández del Arco
Luis Hernández del Arco
ldelarco
Ciudad de MéxicoActualizado a
Autos eléctricos: ¿por qué las llantas son diferentes a las de un auto a gasolina?

Pese a que simple vista no parece, los autos eléctricos equipan llantas especiales, es decir, su compuesto, diseño y estructura es diferente a las que equipan los autos con motores térmicos, o mejor dicho a gasolina o diesel. Esta diferencia se debe a que las llantas de los autos eléctricos deben lidiar con el peso adicional, lograr la máxima eficiencia, ser silenciosos y capaces de soportar el torque instantáneo masivo que tienen los motores eléctricos.

Peso

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Al comparar un auto a gasolina con uno eléctrico de dimensiones similares, el último es más pesado, esto debido a la masa de las baterías que a menudo pesan 400 kilogramos. Incluso con la masa ahorrada al usar un motor eléctrico, el peso total es aún mayor. Entonces, eso significa que se coloca una gran carga en una superficie estrecha, ya que los neumáticos de los autos eléctricos también tienen que ser aerodinámicos y eficientes. Según algunos estudios, el mismo neumático se desgastar un 20 por ciento más rápido en un emisiones cero en comparación con un automóvil a gasolina.

En consecuencia, se debe aumentar la rigidez de la llanta, especialmente cuando se trata de la carga lateral que se ejerce sobre la rueda en las curvas. Otro aspecto que ayuda con el kilometraje esperado de los neumáticos de los autos eléctricos es su zona de contacto, que es más plana, lo que ayuda a distribuir la carga de manera más uniforme.

Sin embargo, el compuesto en sí mismo es igual de importante, ya que un compuesto más rígido aumentará la vida útil de los neumáticos,. Por ello, contienen materias primas como resina de alta carga y sílice.

Para poner esto en contexto, el neumático debe coincidir con la aplicación. Esto quiere decir que colocar una llanta de un auto eléctrico en uno con motor de combustión sacrificará la comodidad, y si es al contrario queda a deber el manejo y la durabilidad.

Eficiencia

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Este es uno de los aspectos más cruciales cuando se trata de vehículos eléctricos. Cuando se trata de llantas, esto se refleja en su coeficiente de resistencia a la rodadura. Aquí, los pequeños cambios pueden tener un gran impacto, ya que ser menos eficiente significa que se necesita una batería más grande, lo que a su vez agrega más peso y reduce aún más la eficiencia.

Puesto en números, la diferencia entre una llanta promedio y una buena podría ser de hasta 50 kilómetros de autonomía.

En sí, la mayor parte de la mejora en la resistencia a la rodadura proviene de los procesos de curado y vulcanización de los neumáticos. Este último es el proceso de calentar caucho en presencia de azufre para formar un compuesto. Debido a que el caucho natural reacciona mal a las variaciones de temperatura y no es duradero, este proceso es muy importante.

En el caso de curado se debe calentar el neumático mientras se aplica presión sobre él dentro de un molde. Esto no solo le da al neumático su forma final, sino que también asegura una buena unión entre él y los compuestos de refuerzo dentro de la estructura.

Naturalmente, un parche de contacto más grande permite que la presión se distribuya de manera más uniforme, lo que reduce la resistencia antes mencionada.

Ruido

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Como los vehículos eléctricos no tienen ningún tipo de explosión controlada debajo del cofre, son mucho más silenciosos. Esto, a su vez, significa que cualquier otro ruido se vuelve inmediatamente más perceptible.

Con el objetivo de no generar sonido en la rodadura, el diseño de las llantas es especial, esto para ayudar a romper y absorber la resonancia generada dentro del surco.

Otra característica es la presencia de ranuras laterales en expansión, que comienzan siendo estrechas y se expanden hacia el exterior del neumático. Ese diseño está destinado a dejar escapar el agua y evitar que el ruido haga lo mismo.

También hay algo llamado secuenciación de tonos múltiples, lo que significa es que las ranuras laterales están separadas de manera desigual. Esto interrumpe la naturaleza rítmica constante del ruido. A través de una ingeniería inteligente, este diseño puede incluso optimizarse para reducir el ruido general.

Por otro lado, el interior de las llantas no tiene tantas innovaciones. Aún así, hay un inserto de espuma que ayuda a absorber la vibración generada por el rodamiento. En consecuencia, esto evita que la vibración suba por la rueda, a través de la suspensión y hacia el chasis y la cabina.

Torque

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Cuando se trata de torque, los vehículos eléctricos no solo suelen tener más, sino que lo entregan de manera instantánea en comparación con sus contrapartes a gasolina. Gracias a las baterías, hay algo de peso adicional, lo que le da al automóvil más agarre mecánico, lo que a su vez ayuda a acelerar.

Pero también está la cuestión de detener ese peso adicional, por lo que los neumáticos de autos eléctricos deben poder proporcionar el mayor agarre longitudinal posible, ya sea acelerando o desacelerando. Esto nos lleva de vuelta a la rigidez, y hay algunos trucos que se utilizan en los neumáticos EV.

Evidentemente, la parte más importante es la estructura interna. A detalle, los alambres del talón sin juntas, la cinta de borde doblado y un cinturón de acero de alta resistencia son algunas de las tecnologías que contribuyen a esto. Junto con una capa de refuerzo de la estructura de fibra y el propio compuesto del neumático, estos factores proporcionan un aumento de la rigidez. Otra característica clave de esto neumáticos es su amplio patrón de nervadura central, que permite que el neumático se beneficie de una mayor tracción.

Conclusión

A pesar de los desafíos que plantean las características tradicionales de los vehículos eléctricos, existen soluciones y combinarlas conduce a un gran resultado.

Sin embargo, hay un par de advertencias. Y es que los neumáticos de autos eléctricos son considerablemente más caros, con precios para algunos modelos que superan los 6,000 pesos por neumático, similar a lo que normalmente pagaría por algo en un automóvil deportivo de alta gama o un vehículo de lujo. Aun así, se desgastan más rápido que los de los automóviles a gasolina.

Entonces, a pesar de que existe la tentación de abaratar, las desventajas no valen la pena, especialmente teniendo en cuenta que cada vez aparecerán más neumáticos de autos eléctricos asequibles en el mercado. Eso creará competencia y, pronto, reducirá el precio promedio con un rendimiento decente.