Florentino Pérez, dueño de la Champions y la Superliga
Después de la euforia de los aficionados al Real Madrid por haber ganado la 14° Champions League en su historia, del bicampeonato del Atlas en el fútbol mexicano, la histórica victoria de ‘Checo Pérez’ en Mónaco y un sinfín de historias que este fin de semana arrojó el deporte, era difícil escoger un tema para escribir. Sin embargo, no deja de darme vueltas en la cabeza lo que fue la temporada del Madrid en Europa, ciertos escenarios que se dieron, las repercusiones que han tenido y, sobre todo, las que tendrán.
El Real Madrid es el campeón de la Champions, pero en un principio estuvo muy cerca de ser vetado de la máxima competición a nivel de clubes, porque Florentino Pérez fue el mayor promotor de la Superliga: una propuesta en la que los 12 clubes más importantes de Europa competirían entre ellos al margen de cualquier otro torneo, que repartiría el dinero entre los participantes y buscaría nuevas ventanas de negocio para los equipos. Por supuesto que la iniciativa enfureció a FIFA y UEFA porque era una batalla directa contra sus intereses, su poder y su prestigio, es decir, contra su monopolio.
Curiosamente el Madrid termina jugando y coronándose en la Champions sin ser el mejor equipo o el que mejor jugara esta temporada, eliminando en las instancias finales a clubes con un presupuesto mayor, por no decir ilimitado. Por ser el equipo campeón y sumar una serie de bonos e incentivos que otorga la UEFA, el Madrid ganó más de 90 millones de euros está temporada, dinero que a nadie le sobra, pero el conjunto blanco es uno de los equipos europeos que puede presumir finanzas más sanas.
Después de contextualizar un poco, es imposible no pensar: ¿Por qué Florentino quiere la Superliga? ¿Por qué sigue insistiendo en el proyecto? Él asegura que UEFA y FIFA ganarían más dinero que con el modelo actual. Su mayor argumento siempre ha sido que hay que salvar al fútbol, que debe evolucionar y adaptarse a las necesidades y demandas de las nuevas generaciones.
Tenemos al presidente del club que más Copas de Europa posee, que las gana con una facilidad importante, con ventajas económicas sobre el resto de los equipos, impulsando lo que sería la competencia del torneo que más prestigio, honor, historia y peso a dado al Real Madrid. ¿Por qué?
Los equipos ingleses poseen un presupuesto mayor al de los equipos españoles en la repartición de los derechos de televisión. Sin embargo, hemos visto que eso no garantiza resultados deportivos. Hablando en específico de la Champions, el Madrid tiene el mismo número de orejonas que todos los equipos ingleses juntos en la historia. Es una realidad que ahora los equipos estado están desbalanceando las finanzas del fútbol, función que, cabe aclarar, hace unos años fue responsabilidad del Madrid. Es evidente que en el campo los clubes-Estado todavía no tienen un lugar, pero que en el negocio pesan mucho. Pesan tanto que en las celebraciones de la 14° Champions Florentino lanzó el mensaje: “El Real Madrid no tiene dueño, es de sus socios y sus seguidores”.
Florentino no es tonto, es un hombre de negocios y un histórico del fútbol. Entiende que necesita dominar el mercado, pero también entiende que si se queda con todas las canicas, se quedará sin nadie con quién jugar. Entiende que tiene que hacer crecer el pastel para todos; evidentemente busca la rebanada más grande, pero que crezca. Ese es el modelo de negocio propuesto para la Superliga, un efecto cascada de los clubes más prestigiosos a los más modestos.
¿Habrá algo más detrás? ¿Florentino es tan visionario? ¿Tiene información que todavía no conocemos o no entendemos? ¿Verdaderamente busca la igualdad de competencia y el beneficio del fútbol? ¿Por qué ir en contra del torneo que más ganas y qué tanto te ha dado? ¿Es tal el poder de las máximas instituciones del fútbol? ¿El poder debe de pertenecer a los equipos, solo a los más fuertes, prestigiosos o populares? ¿Así de injusta es la competencia contra los clubes-Estado? Jorge Valdano dice que los cambios deben de venir cuando vives un buen momento, en crisis es mala idea; si el actual presidente Madrid sigue el consejo de su exdirector deportivo, está pensando en el porvenir del fútbol, pero, sobre todo, en el de su equipo. Eso lo haría el dueño de la Champions y la Superliga.