¿Qué hará Mazda para adentrarse más en la revolución de los autos eléctricos?
Busca que 4 de cada 10 autos vendidos sean eléctricos para 2030.
Ante el futuro que le depara a la industria del automóvil, sobre todo porque muchos países prohibirán la venta de autos con motor de combustión, Mazda ha dado a conocer la actualización de su plan estratégico para los próximos siete años, en el que se busca que a partir de 2030 sus ventas de vehículos eléctricos tendrán un peso de entre el 25 por ciento y el 40 por ciento sobre el total de las mismas.
Primero que todo se debe mencionar que Mazda está respondiendo positivamente a un entorno de negocio muy incierto como es el actual y que ha renovado su compromiso de lograr la neutralidad de carbono en todas sus operaciones para 2050. En estos últimos años, el entorno en el que se desenvuelve la industria del automóvil ha cambiado drásticamente, más en Europa, debido a la adopción de nueva normativa y a la expansión de los modelos electrificados.
Ante toda esta transformación y revolución que está pasando en la movilidad, Mazda ha presentado un plan en tres fases, con el que espera adaptarse de manera flexible a los cambios futuros.
Intensificación de la electrificación
Desde ahora y hasta 2024, la primera prioridad de Mazda es mejorar su capacidad de respuesta y adaptación ante los cambios en el entorno de negocio, reforzando al mismo tiempo el desarrollo tecnológico y las cadenas de suministro, y redoblando los esfuerzos de reducción de costos.
A lo largo de este periodo, Mazda continuará electrificando su gama de modelos y lanzará productos adaptados a la normativa de sus distintos mercados, para lo cual aplicará un enfoque múltiple de tecnologías. Como parte de este plan, en 2023, se presentará un nuevo Mazda MX-30 eléctrico con autonomía extendida, al que le seguirán otros modelos electrificados.
Transición a la electrificación
Entre 2025 y 2027, Mazda continuará desarrollando los elementos necesarios para la transición eléctrica de su gama, con el fin de adaptarla a una normativa cada vez más estricta, especialmente en Europa.
En esta fase se perfeccionará y pondrá en producción distintas tecnologías de electrificación y fabricación de Mazda, y se lanzarán en todo el mundo nuevos modelos eléctricos.
Transición a la electrificación total
Por su parte, la tercera fase de esta transición se alargará hasta 2030. Ahí, Mazda se apoyará en una serie de asociaciones en diferentes áreas para acelerar su transición eléctrica. Para ello, se ha logrado un acuerdo de colaboración que permitirá a Mazda desarrollar y producir cadenas cinemáticas eléctricas de alta eficiencia en colaboración con distintos socios.
Como primer paso para la electrificación de todos sus modelos de aquí a 2030, Mazda ha formado una empresa conjunta que se encargará de desarrollar tecnologías de producción altamente eficientes y de crear una estructura adecuada de producción y suministro de cadenas cinemáticas eléctricas.
Asimismo, Mazda también ha anunciado que ha concluido un acuerdo de desarrollo conjunto para el desarrollo de inversores basados en semiconductores de carburo de silicio. Igualmente, ha firmado un acuerdo de desarrollo conjunto de tecnologías avanzadas de motores y ha formado una empresa conjunta dirigida al desarrollo de tecnologías de motores.
A su vez, Mazda continuará adquiriendo baterías de sus empresas asociadas y, al mismo tiempo, ha firmado un acuerdo con Envision AESC que le permitirá adquirir baterías destinadas a la producción de vehículos eléctricos en Japón. En la medida que la empresa introduzca nuevos modelos eléctricos, estudiará la posibilidad de invertir en producción propia de baterías.
Dentro de esta senda de desarrollo de sus productos, Mazda continuará reforzando la seguridad de sus vehículos y dedicará esfuerzos al desarrollo de tecnologías avanzadas de asistencia centradas en el ser humano. Así, el objetivo último es que, para el año 2040, se reduzca a cero el número de accidentes fatales causados por cualquier nuevo modelo de Mazda.