¿Por qué esta Toyota Hilux eléctrica es la pickup perfecta?
Este prototipo demuestra las bondades que ofrece esta tecnología sobre las baterías de ion-litio.
Toyota no quita el dedo del renglón sobre la verdadera solución a un futuro sin emisiones de carbono. Esta vez, ha desarrollado el prototipo de una Hilux totalmente eléctrica con pila de combustible de hidrógeno.
Por más que se insista que con los autos eléctricos se disminuirá el impacto ambiental, existen una serie de situaciones que no serán resueltas de inmediato como la generación de la electricidad y que la sobredemanda de la misma impacta al uso residencial.
Esto sin mencionar que la autonomía es menor y que el tiempo de recarga de los autos lleva horas si no se realiza con una toma de corriente de alto voltaje.
¿Por qué es mejor un auto de celda de combustible?
Con el hidrógeno, nada de esto sucede, ya que el hidrógeno se obtiene sin generar contaminación, ya que el proceso es sostenible y no produce emisiones de gases de efecto invernadero.
A lo anterior, hay que sumar que el tiempo de recarga de hidrógeno es similar al de un auto de gasolina. De igual manera, el rango por depósito es superior al de una batería de iones de litio.
Antes las grandes ventajas que representa el hidrógeno como combustible en los vehículos, es que Toyota ha perfeccionado esta tecnología e incluso ha desarrollado y comercializado un modelo como es el caso del Mirai.
Con el objetivo de demostrar las bondades de la pila de combustible, Toyota en colaboración con un consorcio formado por Ricardo, ETL, D2H Advanced Technologies y Thatcham Research, con el respaldo financiero del gobierno del Reino Unido, fabricó una Hilux eléctrica a hidrógeno.
¿Qué ventajas tiene esta pickup?
Básicamente, el prototipo de Hilux FCEV emplea la misma tecnología de pila de combustible de hidrógeno que el Toyota Mirai, que ha demostrado su fiabilidad y durabilidad a lo largo de casi 10 años de producción comercial.
Mientras que un auto eléctrico de batería de ion litio manda la energía almacenada al motor o motores para hacer girar las ruedas, en uno de pila de combustible el sistema convierte el hidrógeno en electricidad, que alimenta un motor eléctrico que impulsa el vehículo.
Con el tanque lleno de hidrógeno, el prototipo de Hilux FCEV tiene una autonomía prevista de más de 600 kilómetros, una cifra sustancialmente superior a la de un vehículo eléctrico con batería.
Concretamente, el hidrógeno se almacena en tres depósitos de combustible a alta presión, que se encuentran debajo del habitáculo y no ocupan espacio de carga.
Tras la creación de Hilux, Ricardo, uno de los miembros del consorcio, realizará una completa evaluación del prototipo en los próximos meses. Los resultados de esta evaluación se utilizarán para tomar cualquier decisión sobre la introducción de un posible modelo de producción durante la segunda mitad de la década.
Este prototipo es un paso importante en la estrategia de Toyota de ofrecer una gama completa de vehículos electrificados para 2030, y el Hilux FCEV es un ejemplo de cómo la empresa está trabajando para hacer que sus vehículos comerciales sean más sostenibles.