Mazda de México: Más vale gota que dure, y no chorro que pare
Esta marca ha demostrado que el éxito no se construye de la noche a la mañana, sino con un trabajo constante, enfocado en la calidad, el diseño y la postventa.
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En el ajetreado y, a veces, volátil mercado automotor mexicano, hemos sido testigos de cómo algunas marcas llegan con bombos y platillos, alcanzan picos de ventas impresionantes y, luego, como una burbuja que revienta, se desvanecen rápidamente.
Pero en este escenario de altas y bajas, hay una marca que ha optado por una ruta diferente, un camino de crecimiento sostenido y sólido: Mazda. Con 20 años de presencia en México, esta marca no ha buscado el destello fugaz, sino la construcción de una reputación basada en la constancia, calidad y, por si fuera poco, un diseño que también funciona como imán de ventas.
A diferencia de otras marcas que han apostado por estrategias de mercadotecnia agresivas y expansiones relámpago, Mazda ha preferido, como se dice coloquialmente, ir “pasito a pasito”.
Esta estrategia, lejos de ser un signo de debilidad, ha demostrado ser su mayor fortaleza. Y es que, como bien reza el dicho, “más vale gota que dure, y no chorro que pare”. Esta filosofía se ha traducido en un crecimiento orgánico, sustentado en la satisfacción del cliente y la creación de una base de consumidores leales.
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En los últimos años, Mazda ha logrado posicionarse dentro de las 10 marcas más populares en México y ha alcanzado un hito impresionante al posicionarse como la sexta marca más vendida en 2024, de hecho, estuvo a nada de superar a Kia y estar en el quinto lugar.
Este logro no es menor, sobre todo, si consideramos que el mercado automotriz mexicano es uno de los más competitivos de América Latina. Incluso, se puede decir que este éxito es un reflejo de la constancia, la calidad en la manufactura, la atención al cliente, el diseño, el desempeño de sus autos y una gama de modelos enfocada a los segmentos más populares.
Ahora bien, ¿cómo ha logrado Mazda esta hazaña? La respuesta es multifacética. Primero, la calidad de sus vehículos es innegable. Mazda ha invertido en tecnología de punta y procesos de manufactura rigurosos, lo que se traduce en autos confiables y duraderos.
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Asimismo, la marca ha entendido que el diseño es un factor crucial en la decisión de compra. Todos sus modelos destacan por sus líneas elegantes y deportivas, mismos que llevan el lenguaje de diseño Kodo como estandarte y que ha conquistado el gusto del consumidor mexicano.
Por otro lado, Mazda ha sabido escuchar al mercado. Aunque su gama de modelos, si bien no es la más extensa como es la de Chevrolet o Nissan, por ejemplo, está estratégicamente diseñada para cubrir los segmentos de mayor demanda en México. Desde el compacto Mazda2 hasta la espaciosa SUV CX-90, pasando por el icónico MX-5 o la nueva pickup BT-50, Mazda ofrece una opción para cada necesidad y gusto.
Aparte de ello, la marca se ha preocupado por brindar una experiencia de compra y postventa de primer nivel. Toda su red de distribuidores, que abarca la mayor parte del territorio mexicano, ofrece un servicio personalizado y eficiente.
Durante una entrevista reciente, Miguel Barbeyto, presidente y CEO de Mazda México, compartió algunas de las claves del éxito de la marca. Con una mezcla de emoción y orgullo, Barbeyto describió el camino recorrido por Mazda como un “sueño hecho realidad”. “Hoy esa marca pequeña ya todo el mundo la ve con respeto”, afirmó. Y no es para menos, porque Mazda en México se ha convertido en el tercer mercado más importante para Mazda Motor Corporation a nivel global, de entre más de 100 países donde tiene presencia.
Barbeyto destacó que el crecimiento de Mazda ha sido “orgánico”, no una explosión repentina seguida de una caída. “Es una marca que ha ido creciendo a lo largo de los 20 años de una manera muy orgánica”, dijo, comparando a Mazda con un “hijo chiquito, indefenso” que ha crecido hasta convertirse en una empresa grande y respetada.
Después de estar a 4,600 unidades del quinto lugar en el mercado automotriz mexicano en 2024, la ambición de Mazda no se detiene ahí. Con 73 distribuidores en México, la marca se encuentra en un momento de “renovarse o morir”, en palabras de Barbeyto. La empresa planea mantenerse, pero no solo en volumen de ventas, sino también en la calidad del servicio al cliente. “Viene como la segunda etapa de Mazda en México, que es una etapa de madurez”, explicó.
De esta forma, 2025 se vislumbra como un año crítico para la industria automotriz a nivel mundial, con la llegada de nuevas marcas, tecnologías y tendencias. Ante este panorama, Mazda se prepara para “agarrar lo bueno de esa ola y que esa misma ola se lleve lo malo”. En este sentido, la marca se mantiene con los pies en la tierra.
El directivo también resaltó la importancia de la competencia, que se ha intensificado en los últimos años. “Hoy es un mercado más complicado”, reconoció, “hay más competencia, hay más productos, hay más marcas”. Sin embargo, Mazda ve en esta competencia una oportunidad para diferenciarse, no solo en el producto, sino también en la experiencia postventa.
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En 2025, Mazda también tiene planes concretos para celebrar sus 20 años en México. Entre ellos, el lanzamiento de la BT-50, la participación en el MX-5 Challenge para romper un récord Guinness, y la introducción de versiones especiales de algunos modelos existentes. A su vez, se planea la llegada de la CX-50 híbrida y la CX-90 híbrida enchufable, así como una versión súper exclusiva de la CX-70.
Por si fuera poco, Mazda lanzará una iniciativa de responsabilidad social llamada Kokoro, con la que se apoyará a niños en todo el país. Por cada vehículo vendido, se donarán 100 pesos, y por cada servicio de mantenimiento, 25 pesos. Como podemos ver, estos esfuerzos reflejan los valores de la marca y su compromiso con la comunidad. En cuanto a la BT-50, Barbeyto aclaró que no se busca tener una pick-up flotillera, sino un producto equipado que agregue valor a la marca.
Al ser cuestionado sobre el significado de trabajar en Mazda, Barbeyto no pudo contener la emoción. “Representa muchas cosas”, dijo, “logros, felicidad, sacrificios, sabores no tan agradables, retos, alegrías, frustraciones”. Para él, trabajar en Mazda ha sido una experiencia de vida, marcada por momentos como la crisis financiera de 2008, el tsunami en Japón en 2012, el fallecimiento de Polo Orellena, su antecesor, y la pandemia de COVID-19. Sin embargo, a pesar de las dificultades, Mazda ha salido fortalecida.
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Finalmente, Barbeyto compartió un consejo de vida: “Pensar siempre en las personas”. Para él, este ha sido su gran acierto. “No pensar en intereses propios, sino pensar en el bien común”, enfatizó. Este enfoque centrado en las personas, en el bienestar de los colaboradores y distribuidores, ha sido fundamental para el éxito de Mazda.
Con lo anterior, queda claro que Mazda ha demostrado que el éxito duradero no se construye de la noche a la mañana, sino con un trabajo constante, enfocado en la calidad, el diseño y, sobre todo, en las personas.
Esta marca japonesa ha sabido adaptarse a las particularidades del mercado mexicano, ganándose la confianza y lealtad de los consumidores. Mazda ha optado por un camino menos transitado, el de la constancia y la mejora continua, demostrando que, en el competido mundo automotriz, más vale gota que dure, y no chorro que pare. Su historia es un ejemplo de que la paciencia y la dedicación rinden frutos a largo plazo, y que un crecimiento sólido y sostenido es la clave para el éxito duradero.