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Manejar con calor: ¿por qué es peligroso y cómo mitigarlo?

Las altas temperaturas hacen necesaria una mayor atención al estado de quién está detrás del volante.

Luis Hernández del Arco
ldelarco
México

Cada vez que se hace presente la primavera y el verano, la temporada de calor se hace presente, esto debido a que la temperatura del ambiente sube de manera notoria. Por tal motivo, es importante prestar atención al estado del automóvil realizando una revisión y mantenimiento de ciertos elementos, esto con el fin de lograr el mayor confort y comodidad a bordo.

Algunos de los componentes del auto que se deben revisar en la época de calor, son las llantas, la batería, el aire acondicionado y los filtros. De cada uno de ellos, es importante hacer una inspección y cambio en caso de ser necesario:

  • Llantas: Vigilar la profundidad del dibujo, alineación y, muy especialmente, la presión adecuada recomendada por el fabricante. Debido a que el asfalto puede superar fácilmente los 70ºC hace que se incremente el riesgo de reventón, degradación o desgaste, si se circula tanto con presión baja como excesiva, aunque el neumático sea relativamente nuevo.
  • Aire Acondicionado: Revisar la carga del aire acondicionado para que funcione correctamente y su rendimiento sea óptimo en todo momento.
  • Filtros: Revisar los filtros del habitáculo, renovándolos si es necesario, para mejorar la efectividad del aire acondicionado y evitar entrada de polvo, polen o malos olores por causa de un filtro sobrecargado de suciedad, humedad o solidificado.
  • Batería: Las altas temperaturas y el sobreesfuerzo al que se someten las baterías pueden acabar con su vida útil si no está en perfecto estado.

Conducir con comodidad

Cuando se maneja con temperaturas elevadas existe incomodidad, se genera agresividad y nerviosismo, además se maneja a mayor velocidad para tratar de llegar antes al destino, la percepción y atención del conductor disminuye, aumenta la fatiga y la somnolencia, pudiendo derivar en ocasiones extremas en pérdidas de consciencia.

Todos estos factores relacionados con el calor en el interior de un automóvil pueden incrementar entre un 15 por ciento y un 25 por ciento la probabilidad de tener un siniestro, según múltiples estudios.

Esto se debe a que episodios de calor como los que se registran en primavera y verano alteran la función y capacidad psicomotora del conductor. Por ejemplo, la coordinación se deteriora, el procesamiento de la información cambia, sin olvidar que el nivel de activación y la atención es menor.  A esto hay que añadir la sensación subjetiva de tener mayor seguridad de la real, dificultad para seguir objetos con la vista y la reducción del campo de visión.

Lo que dice la ciencia

De acuerdo con ciertas investigaciones, las consecuencias de circular con una temperatura de 30 grados en el interior del vehículo son comparables a conducir con una tasa de 0.29 gramos de alcohol por litro de sangre con los siguientes efectos:

  • Aumento de errores en el conductor: 20%
  • Incremento del tiempo de reacción: 22%
  • Intensificación de las distracciones: 10%
  • Reducción de la percepción de señales y paneles: 10%

Si el interior del habitáculo supera los 30-35 grados, el conductor será un 20% más lento que si circulase con una temperatura 25 grados, pudiendo mostrar síntomas similares a una alcoholemia de 0.5 g/l, lo que añadido a un episodio de deshidratación lo llevaría a cometer errores en la conducción similares a tener un nivel de alcohol en sangre de 0.8 g/l incrementando nuestro tiempo de reacción causando salidas involuntarias de carril, incluso de la vía o provocando colisiones por alcance.

La temperatura ideal

Para conducir y viajar con comodidad en el automóvil, la temperatura recomendable del aire acondicionado debe situarse entre los 20 y 24 grados centígrados.

Recomendaciones para mitigar los efectos de las altas temperaturas

  • Hidratación con agua o jugo evita la aparición anticipada de la fatiga y otros deterioros psicofísicos.
  • Evitar el consumo de alcohol, además de por su evidente incompatibilidad con la conducción segura, por sus efectos contraproducentes de alteración en la tensión arterial con altas temperaturas.
  • El café, el té o las bebidas energéticas, ayudan a permanecer despiertos, activos y atentos a corto plazo, pero no eliminan definitivamente la fatiga ni el sueño.
  • Evitar ingerir gran cantidad de alimentos, especialmente los muy calóricos o con alto contenido en grasas. Es preferible que sean ricos en proteínas y vitaminas
  • Vestir ropas claras, ligeras, cómodas y holgadas. Las prendas ajustadas afectan a la presión arterial, a nuestra libertad de movimientos, aumentando el estrés y la sensación de calor.
  • Utilizar gafas de sol para conducir reducirá la fatiga ocular.
  • Los colores claros en un vehículo pueden rebajar diez grados la temperatura en el habitáculo que otro similar de color oscuro, expuestos ambos a la misma radiación solar.
  • El polarizado en los vidrios reduce hasta un 30% de los efectos de los rayos ultravioletas. Esto mejora el confort de los ocupantes, evitando la fatiga ocular sin restar visibilidad, incluso de noche, y mejora el rendimiento del aire acondicionado reduciendo el consumo.