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La importancia de la temperatura en las llantas de los autos de carreras

Medir los grados centígrados de los neumáticos fue idea de los ingenieros de Porsche.

Luis Hernández del Arco
Luis Hernández del Arco
ldelarco
México
La importancia de la temperatura en las llantas de los autos de carreras

Debido a que las llantas son el único punto de contacto entre el auto y el asfalto, sus propiedades son decisivas, tanto en la vida diaria para proporcionar un agarre seguro en el camino, como en las carreras para marcar el mejor tiempo. Esto es algo que los ingenieros tienen claro desde hace décadas. Para aprovechar al máximo el potencial de las llantas, en la década de 1950, Porsche miró algo más que la presión del aire: la temperatura de la banda de rodadura.

Es por ello que en la actualidad a las llantas de los autos de carreras se les aplica un pequeño pinchazo cuando un piloto entra a pits. En sí, los mecánicos introducen en el neumático una fina aguja de medición hasta una profundidad mínima, de apenas unos milímetros.

Este procedimiento, que se ha mantenido prácticamente inalterado a lo largo de las décadas, es posible obtener información esencial. Lo que si ha evolucionado es que antes solo se tenía en cuenta solo la temperatura de la parte central, y ahora también se toman los valores de los dos flancos.

Ampliar

Al hacer la medición en estos tres puntos es posible saber si se está utilizando de manera eficiente la llanta, se si está siendo demasiado exigente su uso, si se están aprovechando sus cualidades al máximo. Lo ideal de un neumático de competencia es sacarle partido el potencial de forma homogénea en toda la anchura de la superficie de contacto.

En el caso de las llantas de carreras lisas que se usan en las carreras, también conocidas como slicks, funcionan mejor a temperaturas elevadas, ofreciendo la mejor adherencia en el rango entre 90 y 110 grados centígrados. Por esta razón, antes de salir a pista, se suelen precalentar a unos 80 grados centígrados con cubiertas térmicas o dentro de cámaras de calor.

En la década de 1950, los instrumentos de medición aún se parecían a los antiguos termómetros clínicos. Hoy en día, existen aparatos digitales que funcionan con mayor rapidez y precisión. Sin embargo, la transferencia de los valores calculados sigue siendo analógica: se anotan a mano y se entregan en papel a los ingenieros de carrera.