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BMW Group producirá autos eléctricos y baterías de litio en México

La empresa alemana intensifica la producción de vehículos eléctricos en la red de producción global.

Luis Hernández del Arco
Luis Hernández del Arco
ldelarco
México
BMW Group producirá autos eléctricos y baterías de litio en México

Con el objetivo de lograr sus objetivos de movilidad eléctrica, entre ellos, obtener una participación del 50 por ciento de las ventas mundiales de vehículos totalmente eléctricos antes de 2030, BMW Group expandirá su red de producción internacional.

Como parte del plan, la planta en San Luis Potosí, México será ampliada para producir modelos totalmente eléctricos, por lo que está instalando su propio conjunto de baterías de alto voltaje para este propósito.

Para lograr este propósito, BMW Group está invirtiendo 800 millones de euros en la planta de México, a la vez que generará 1,000 nuevos puestos de trabajo en dichas instalaciones.

De no existir cambios en los planes establecidos, la planta de San Luis Potosí iniciará la producción de autos eléctricos a partir de 2027.

De los 800 millones de euros de inversión, 500 millones de euros se destinan a la construcción de un nuevo centro de ensamblaje de baterías de alto voltaje, ubicado en el predio de la planta en San Luis Potosí. Más de 500 empleados adicionales trabajarán allí, produciendo baterías de próxima generación para vehículos totalmente eléctricos.

Ampliar

Actualmente, la planta de BMW en México que inició operaciones en 2019, ensambla el Serie 3, el Serie 2 Coupé y el M2, por medio de una plantilla de 3,000 trabajadores.

Todos los autos eléctricos de BMW en San Luis Potosí, emplearán baterías de ion-litio de nueva generación, mismas que destacan por su diseño redondo y su desarrollo específico para lo que será la sexta generación de la tecnología BMW eDrive.

Este nuevo formato de batería aumentará la densidad de energía en más de un 20 por ciento y mejorará la velocidad y el alcance de carga hasta en un 30 por ciento. Al mismo tiempo, las emisiones de CO2 de la producción de celdas se reducirán hasta en un 60 por ciento, como resultado de que los proveedores de celdas dependen de la energía procedente de recursos renovables y, en el caso de las materias primas litio, cobalto y níquel, utilizando una determinada porcentaje de material secundario, es decir, material que ya está en el ciclo.