La cultura de la protesta contra el arbitraje en la Liga MX
La protesta de Santiago Baños, presidente deportivo de América, por el "juego de violencia" que empleó Santos es un hecho inusual en fútbol mexicano al tratarse de un directivo.
En un hecho inédito en el fútbol mexicano, un directivo elevó una carta formal de protesta por la actuación de los árbitros hacia los presidentes de la Federación Mexicana de Fútbol y la Liga MX. Santiago Baños, presidente del América, publicó en su cuenta personal de Twitter la misiva, a nombre del club azulcrema, en el que denuncia la "incapacidad" del cuerpo arbitral liderado por Luis Enrique Santander durante el partido de jornada 5 de la Liga MX frente a Santos Laguna. Baños, en resumen, consigna tres jugadas "violentas" que, a su juicio, no fueron debidamente juzgadas por Santander y su equipo: el codazo de Alan Cervantes sobre Álvaro Fidalgo, el golpe de Ismael Govea a Mauro Lainez, y el manotazo de Jordan Carillo a Richard Sánchez. De acuerdo a Baños, la inacción de los árbitros "tuvo como consecuencia que la integridad física de nuestros jugadores estuviera en peligro" durante el encuentro.
Si bien la naturaleza de la protesta es una rareza, ya que proviene de parte del presidente de un club a nombre del mismo y está dirigida a los máximo jerarcas del fútbol mexicano (figuras que actualmente recaen en Yon de Luisa, Iñigo Riestra y Mikel Arriola), la cultura de la protesta en contra del arbitraje forma parte del día a día en el fútbol mexicano. Sean clubes poderosos o no tanto; chicos, medianos o grandes, el arbitraje siempre será o un chivo expiatorio, el primer culpable, el objetivo al que ha de señalar el dedo flamígero. Una tradición de desahogo que data desde mucho antes de la era del VAR, misma que no ha contribuido a amainar las quejas.
Ejemplos hay demasiados. Cómo olvidar cuando, en 2016, Fidel Kuri, dueño de los Tiburones Rojos de Veracruz, increpó física y verbalmente al entonces director del área técnica de la Comisión de Arbitraje de la FMF: Kuri encaró al exárbitro, quien veía un partido Veracruz vs. León en un palco del Estadio Luis 'Pirata' Fuente, tras una expulsión del jugador 'escualo' Daniel Villalva. El gesto desató una trifulca en la zona. El directivo, que se disculpó unos días después, fue suspendido por la Liga MX con un año de veto de toda actividad oficial relacionada con el fútbol.
Poco antes, la plantilla entera de Santos Laguna compareció en conferencia de prensa para protestar en contra del arbitraje. Esto sucedió tras la jornada 17 del Clausura 2015. "La verdad es que ya estamos cansados", acusó Carlos Izquierdoz, entonces defensor central de 'Los Guerreros'. Decio de María, presidente de la Federación Mexicana de Fútbol en aquel momento, respondió: "El presiente de Santos (Alejandro Irarragorri) está consciente. Ha tomado medidas de fondo para que ese tipo de situaciones no se repitan, el reclamo debe ser institucional", agregó.
Los casos permean a todos los equipos de la Liga MX. Las hay desde las más diplomáticas, como la de Cruz Azul, como cuando Jaime Ordiales, director deportivo 'cementero', protestó por la actuación de Marco Antonio Otriz tras la victoria 2-1 de Toluca en cuartos de final del Clausura 2021: "Nos ha lastimado y hay atenuantes que quisiera que se revisaran por la Federación y la Comisión de Arbitraje, en eso va encausada nuestra solicitud de lo que sucede en el partido". O hasta las más viscerales, como la de Joaquín Beltrán, entonces presidente deportivo del Querétaro, después de un descalabro frente a 'La Máquina' (1-2) en La Corregidora: "Es un robo, lo de hoy es lamentable, inaudito. ¡Ya estuvo bueno!". El exdefensor se refería a los cuatro penaltis que Erik Yair Miranda marcó en aquel cotejo de octubre de 2017.
Jesús Martínez, presidente de Grupo Pachuca, también protagonizó otro suceso. Al final de un juego de jornada 2 del Apertura 2017 entre 'Los Tuzos' y 'Las Águilas', el mandamás de los hidalguenses entró al vestidor de los jueces. La Comisión Disciplinaria de la FMF multó a Martínez, pero Pachuca, en un comunicado oficial, alegó que el directivo solo había bajado a saludar a quienes habían impartido justicia en el encuentro, que terminó 0-2 a favor de América.
Las protestas eran y serán siempre parte inherente del fútbol. A todos les toca.