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La mesa del fútbol

Ciudad de México

Las carreras de Messi y Cristiano han estado ligadas prácticamente desde el inicio. Se deben muchísimo porque uno no hubiera sido lo mismo sin el otro. Estamos hablando de una de las mejores rivalidades en la historia del deporte. Siempre he pensado que se ha sostenido tantos años y a tan tremendo nivel gracias a sus pocas lesiones; pero, sobre todo, por el respeto y la admiración mutua, aunque mediáticamente pareciera todo lo contrario.

Este año los dos cambiaron de equipo. La salida de Cristiano del Madrid fue una bomba y solo alejó más la idea de que Messi algún día pudiera seguir sus pasos dejando su casa, aquella que lo vio crecer como niño y como futbolista. Lo que parecía imposible se concretó este 2021, que deportivamente hablando, ha sido un año de sorpresas y situaciones inesperadas en muchísimos deportes.

Una vez más se unen sus historias y toman relevancia por el tiempo y las circunstancias. Pese a sus edades, ambos siguen siendo figuras y jugadores relevantes en el campo donde se presenten y con la camiseta que lleven; han cambiado el fútbol y son de las pocas estrellas que ahora tenemos. Irónicamente ellos han puesto el estándar tan alto que va a ser difícil, sino imposible, alcanzarlos a nivel individual. Ya no se hable de una rivalidad que se equipare a la suya.

El tiempo es importante porque estamos a menos de un año del último Mundial de ambos. Messi viene de romper en la Copa América una deuda histórica con su selección y llegar a Qatar en forma y a buen nivel parece su principal objetivo para el 2022. Cristiano es Portugal, ha hecho todo con los lusos y se mantiene como el pilar de su selección, que se jugará la vida contra Italia por un boleto para la máxima fiesta del fútbol.

El rival es parte fundamental de la carrera de un deportista. Es el parámetro con el que se mide y es medido. La excelencia llama a la excelencia, no te puedes quedar detrás. Y estos dos han sido excelentes. Han entendido que necesitan del otro para destacar, para brillar, para superarse y que la gloria sepa a algo, sepa a mucho.

Estamos cerrando el 2021 y estos monstruos están cerrando sus carreras, quieren que sea en lo más alto, quieren que sea cara a cara, quieren que el final sea tan glorioso como lo ha sido el camino. Agradecidos, es así como deben vivir, como debemos vivir. Uno no hubiera sido lo mismo sin el otro. Es la belleza de las grandes rivalidades deportivas. Claro que hay que disfrutarlos, claro que hay que admirarlos; también hay que enfrentarlos, compararlos. Eso los llevó a ser Cristiano Ronaldo y Leonel Messi.

¿Cristiano o Messi? Yo me quedo con los dos porque estamos a punto de perderlos. Es un privilegio que hayan coincidido, que hayan competido, porque en muchos años, sino es que jamás, volveremos a ver futbolistas de ese nivel. Estábamos tan malacostumbrados que dejamos de valorarlos y agradecerlos. Ambos históricos con un lugar en la mesa del fútbol.