México vs. Canadá, el deber y el asombro se citan en Houston
Dos selecciones lastradas por las ausencias se enfrentarán en Houston con un mismo objetivo que tiene connotaciones distintas. Para el Tri no hay otra opción: ganar.
La Copa Oro. Esa trampa de arena en la que irremediablemente caerá la Selección Mexicana siempre cada dos años. No hay forma, nunca, en la que el Tri salga indemne de ella. Si vence, era lo esperado; si cae, las cabezas ruedan. Será, acaso, el único torneo del mundo en el que no hay ganador (eso, cuando es México quien alza el trofeo). La noche del jueves ofrecerá una nueva cita para que la oncena de Martino comparezca en tan tortuoso y necesario trámite (21:00, a través de AS.com). Para entonces, ya sabrá si Catar o Estados Unidos aguardan por ellos en el desierto de Las Vegas.
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Si las semifinales de la Copa Oro son una costumbre casi burocrática con la que suele cumplir a cabalidad y obligación el Tricolor, para 'Les Rouges' es una oportunidad en una generación. El cotejo en el NRG Stadium de Houston, Texas, podría confirmar los síntomas que ha experimentado el fútbol canadiense en los próximos años: un nuevo contendiente ha llegado a la zona. Máxime si el batacazo ocurre sin que hayan participado en él Jonathan David, Alphonso Davies, Cyle Larin, Lucas Cavallini (suspendido), Ayo Akinola (a quien, lamentablemente, no se le espera por el resto de 2021). Los brotes verdes de una 'generación dorada'.
El alegremente ofensivo equipo que comanda John Herdman, estratega forjado en el fútbol femenil, tiene suficientes bases como para mantenerse de pie a pesar de que la lista de ausencias es casi tan grande como la de convocados. La batuta de Stephen Eustáquio, centrocampista posicional o rompe-líneas al gusto; Jonathan Osorio, mediapunta de viejo cuño; Tajon Buchanan, tren de energía solar que recorre la ruta Montreal-Houston en medio día. Suficientes asignaturas como para que Martino estudie el cotejo con cierto rigor. Quizá la noche sea menos plácida que la del pasado sábado, frente a Honduras.
Canadá entrenó en la víspera a las 11.00 am en el Houston Sports Field, bajo el sol de mediodía y 34°C. El buen ambiente reinó a inicios de la práctica en el cuartel de Herdman, quien ordenó ejercicios poco convencionales para abrir boca: dominadas en círculos y una especie de 'quemados'. Las palabras posteriores de Herdman dan cuenta de sus verdaderas intenciones, más allá de la oportunidad de alzar la Copa Oro por segunda vez en la historia del país: "Contra México tienes que defender muy bien por 90 minutos. Será un examen para prepararnos para otros grandes partidos, como los de septiembre-octubre. Será genial jugar en México en la eliminatoria. Sus fans son increíbles y crean una gran atmósfera".
Las baterías de Martino, quien sí contará con Edson Álvarez para el duelo, también están enfocadas en el proceso mundialista: "Cuando llegue el momento evaluaremos nuestro trabajo y, atendiendo eso, empezaremos a pensar de qué manera encararemos lo más importante este año, que son las eliminatorias". Eso sí, arribar a septiembre sin fuegos que apagar depende del éxito en la Copa Oro. El Tri, por su parte, culminó su preparación para el cotejo en la cancha A del Houston Sports Park, aunque lo hicieron al filo del atardecer, cuando el calor de 40°C que azotó a Houston durante el miércoles cedió. El NRG Stadium apunta a una asistencia de más de 50,000 espectadores para un partido que definirá estados de ánimo y que solo tiene dos caminos: la normalidad o apoteosis.