Nuevos equipos que tuvieron corta vida en el futbol mexicano
Ante la posibilidad del nacimiento de Club de Cuervos, recordamos a algunos clubes que tuvieron un paso fugaz en nuestra liga pero que dejaron huella
El futbol mexicano ha sido testigo del nacimiento y pronta extinción de franquicias que, por una u otra razón, no lograron echar raíces.
Ante la posibilidad de que el Atlético San Luis se convierta en Club de Cuervos, la Liga MX podría ver el surgimiento de un nuevo equipo que, aún sin nacer de manera oficial, ya llama mucho la atención, pero sobre el que también giran muchas dudas sobre la identidad del proyecto.
A continuación, un recuento de equipos que tuvieron corta vida en el futbol mexicano, pero que se quedaron en el corazón de muchos aficionados:
TOROS NEZA
Propiedad del empresario Juan Antonio Hernández, este equipo llegó a la Primera División en la temporada 1993-1994, después de conseguir su ascenso derrotando al Tampico Madero en la final.
La franquicia fue gitana desde un principio, ya que problemas administrativos la llevaron a jugar un tiempo a Hidalgo para después instalarse de manera definitiva en Neza, donde cautivaron a toda la afición.
Toros Neza marcó época de la mano del argentino Antonio Mohamed, líder de un grupo conformado por jugadores de la talla de Pablo Larios, Federico Lusenhoff, Germán Arangio, Miguel Herrera, Memo Vázquez.
La estampa de los jugadores del equipo mexiquense saltando al campo de juego portando máscaras de Halloween le dio la vuelta al mundo. Carisma era lo que le sobraba a este club.
Llegaron a disputar una final, la del Invierno 97, frente a Chivas, donde fueron masacrados.
En el 2000, descendieron y, a pesar de varios intentos ya con otros dueños por regresar al máximo circuito, los Toros Neza desaparecieron.
COLIBRÍES DE MORELOS
Es la franquicia con menos duración en la Primera División del futbol mexicano: nació en diciembre del 2002 y desapareció a mediados del 2003.
Su propietario era el capitán Jorge Rodíguez, quien adquirió la franquicia que le pertenecía al Atlético Celaya para poder jugar en Primera División, utilizando como el estadio el Mariano Matamoros, en Xochitepec, Morelos.
Desde el principio, este equipo sufrió de problemas económicos y los jugadores y cuerpo técnico, en varias ocasiones, denunciaron públicamente la falta de pagos que sufrían.
El equipo entrenaba en casa de uno de los jugadores, recibían cheques sin fondos y los resultados deportivos eran un desastre. Aun así, los Colibríes llegaron a la última jornada del torneo con la posibilidad de mantenerse en Primera División, sin embargo, un triunfo de Jaguares de Chiapas, su rival por no descender, mandó a la Segunda División al equipo de Morelos.
El capitán Rodríguez huyó sin saldar sus deudas y la FMF absorbió la franquicia, finiquitando la extinción de los Colibríes.
JAGUARES DE CHIAPAS
El equipo chiapaneco nació bajo la tutela de Grupo Pegaso, propiedad del empresario Alejandro Burillo, en el 2002, tras llevar la franquicia del Veracruz a Tuxtla Gutiérrez, con el apoyo del entonces gobernador, Pablo Salazar.
Nunca logró ganar un título, pero Jaguares se destacó por las figuras que llegaron a vestir su casaca, entre las que destacan Salvador Cabañas, Jackson Martínez, Silvio Romero, Oribe Peralta, entre otros.
Su máximo logro fue participar en la Copa Libertadores, en su edición 2011, donde llegaron hasta la fase de cuartos de final, siendo eliminados por Cerro Porteño.
La franquicia tuvo varios cambios de dueños, pero ninguno pudo hacer de Jaguares un equipo de éxito, hasta que en 2017 descendieron.