La final millonaria
Está lista la final de la Champions. Será la tercera final inglesa y la final más cara de la historia, no por el dinero que destinan los organizadores, ni los patrocinadores, sino por la inversión que han hecho ambos equipos para llegar a estas instancias y levantar la tan ansiada 'Orejona'.
El Manchester City llega a la primera final de su historia. Después de cinco años en el banquillo, Guardiola logra la hazaña que, hasta ahora, ha costado 948 millones de euros en 42 fichajes. La inversión es casi el doble que la del PSG y el Barça. Ridículo cuando se compara con los 41 millones que ha invertido el Madrid y los éxitos obtenidos por el conjunto blanco, con las tres Champions consecutivas.
Guardiola tiene el discurso del esfuerzo, del estilo de juego, de la meritocracia. Es difícil creer en esa filosofía cuando está basada en dinero más que en hechos. ¿Cuánto cuesta una Champions? ¿Sabe igual la victoria después de gastos estratosféricos? ¿Tiene el mismo mérito?
Ganar una Champions es muy complicado. Es uno de los dos títulos más ansiados del fútbol y, aunque se pelea año con año, no le resta interés ni prestigio. Para ganar un torneo tan largo y competido se necesitan alinear muchas cosas: una de ellas es la suerte, aunque no es el único factor. Tampoco solo con dinero, claro que ayuda el contar con estas dos variables a favor.
Hace unas semanas reflexionaba cómo el fútbol no es el juego del desembolso y que el modelo de los petrodólares y los dueños billonarios no ha rendido los frutos proporcionales a la inversión. Ahora, a la final de Champions de esta temporada llegan dos equipos de esas características; veremos si con buen fútbol logran desacreditar mi teoría.
El Chelsea, por su parte, ha hecho una inversión de 1,320 millones de euros en la última década y ya se encuentran en la segunda final de su historia. 'Los Blues' conseguido 18 títulos oficiales desde 2003, cuando Román Abramóvich compró al club. Se podría decir que cada título ha costado más de 73 millones de euros.
Lo dicho, el dinero es uno de tantos elementos. Veremos si la historia toma un giro y prueba que estas administraciones son más exitosas. Yo sigo fiel creyente de que el campo, aunque sea verde, no busca billetes, y por lo tanto dicta sentencia; por ahora, tenemos la final millonaria.