El sueño de Cristiano y Messi
La pregunta más frecuente en los últimos años en el fútbol es: ¿Cristiano o Messi? Incluso con el luso fuera de LaLiga, el debate sigue más vivo que nunca. Y no importa la temporada o el momento en el que se pregunte, siempre habrá argumentos para hacer válida una u otra respuesta.
Tuve la suerte de ver a los dos en vivo.
Recuerdo a Cristiano en dos partidos de la liga española cuando ya no peleaba nada; no dejó de ir por el balón y buscarlo en todas las jugadas. A Messi lo vi caminando en una final de Copa del Rey en el Camp Nou, metió un gol al Athletic de Bilbao iniciando la jugada desde la media cancha y ganó el Puskas. En la tele se puede perder, porque la cámara está siempre con el balón, con la acción. Messi camina; es y hace todo lo que está en contra de la norma del fútbol.
Cristiano es de los mejores atletas que he visto en mi vida. Es fuerte, rápido, disciplinado. Hubiera destacado en cualquier deporte al que hubiera decidido dedicarse. Optó por el fútbol; el campo es el máximo contrapeso para su ego. Creo que el fútbol, por más que lo oculte, le ha dado valiosas lecciones de humildad, que ahora empiezan a cosechar frutos en un líder excepcional que, hoy en día, suma experiencia.
Messi es fútbol, no hay más. Es talento puro, nato; tuvo el entorno perfecto para desarrollarlo, para desenvolverse en lo que más le gusta. Jugaba con la ilusión del niño de 13 años que dejó todo para crecer en La Masía. El problema de un niño de 13 años es que la línea entre la ilusión y el capricho es muy delgada.
Messi juega por el gusto de jugar; Cristiano, por el hambre de la competencia. Técnicamente ambos son espectaculares y sería injusto decir que no han dedicado su vida al fútbol. Contrario a lo que mucha gente piensa, los dos han trabajado mucho: Messi tiene mejor físico ahora que hace 10 años; Cristiano se crece ante el reto, es un gran jugador incluso cuando las circunstancias no son favorables. Parecería que la motivación de Messi se ha ido diluyendo con los años. 'Leo' no está apareciendo en los partidos importantes cuando más lo necesitan sus compañeros, le exige el técnico y lo aclama la afición. Cristiano, con 36 años, es el referente de la Juventus y sigue brillando en Champions. Los años no afectan la cuota goleadora; esta temporada tiene más goles que partidos. Es determinante.
Son talentos distintos, antagónicos que crecen al deporte, crecen al futbolista, a la estadística y alimentan al aficionado. Urge que Messi retome el nivel que puede tener con 33 años. Actualmente no está en su mejor versión y, por increíble que parezca, ya lo necesita más el fútbol que el Barcelona, porque Messi es fútbol.
¿Cristiano o Messi? Yo me quedo con los dos, porque estamos a punto de perderlos. Esta semana probablemente los vimos enfrentarse por última vez. Es un privilegio que hayan coincidido y competido entre sí porque en muchos años, sino es que jamás, volveremos a ver futbolistas de ese nivel. Estábamos tan malacostumbrados que dejamos de valorarlos y agradecerlos.
Son el estándar con el que ahora se mide el fútbol y es sumamente injusto, porque son inalcanzables. Estamos viviendo las últimas horas del sueño que son Cristiano y Messi.