La tragicomedia de Messi
La salida de Lionel Messi del Barcelona es la noticia deportiva del año, probablemente de la década. La situación está exponiendo a todos sus actores y de la peor manera. Es un tema muy complejo, con muchas aristas, puntos de análisis, historia e incertidumbre, porque a esta película todavía no le escriben el final.
Hay dos puntos que son muy claros tanto para el Barcelona como para el Manchester City, institución que, hasta ahora, apunta ser el destino más viable para el argentino: el económico y el deportivo. Messi tiene una cláusula de rescisión de 700 millones de euros, pero también tiene por contrato la opción de salir gratis del club el próximo año. El rosarino se ha declarado en rebeldía, no ha dado declaraciones oficiales y el fin de semana no se presentó a las pruebas médicas del equipo previas al inicio de la pretemporada. LaLiga apoya al Barça en el caso de que si el delantero se quiere ir, el club interesado pague la cláusula; importante recalcar que Messi tiene contrato vigente y mientras no se llegue a un acuerdo muchos problemas pueden surgir para el futbolista y la institución culé.
Originalmente, el Barcelona pretendía iniciar negociaciones tomando la operación de Neymar como referencia, es decir, 222 millones de euros, ya que Messi, siendo el mejor jugador en la historia del club, no se puede ir por menos. Ya si se pierde en el campo, que se gane en las arcas. De ser así, Messi saldría como el fichaje más caro en la historia del fútbol. Repito, las circunstancias cambian con cada día y parece que ninguna de las dos partes están dispuestas a ceder. Hay mucho orgullo, mucho dolor y mucho dinero de por medio.
La comparación más real y cercana que se tiene es el fichaje de Cristiano Ronaldo por la Juventus en 2018. La edad y la importancia del jugador son lo más equiparable a este caso. Por Cristiano, 'La Vecchia Signora' pagó 100 millones de euros, una locura. Pero este es el tipo de fichajes que se pagan solos. Con la llegada de CR7, las acciones en bolsa de la Juventus se triplicaron; hoy, el club ingresa 20% más de lo que generaba antes del portugués. Los contratos con los patrocinadores crecieron y se alargaron en el tiempo, sobre todo por la venta de camisetas; en la temporada 2018-2019, el club 'bianconnero' vendió casi millón y medio de elásticas con el nombre de Cristiano, según La Gazzetta dello Sport.
El Barça gana más por la venta de entradas para ver a Messi jugar que de lo que ingresan los socios anualmente. Todo ese dinero, claramente, se traspasaría a las cuentas del Manchester City, que después de evadir dos años de sanción en la Champions por supuesta violación del Fair Play financiero, ahora parece no estar dispuesto a pagar lo que vale el mejor fichaje de la historia. Los números están porque el fútbol es un negocio millonario, pero el impacto tiene que ser deportivo. Y para medir el impacto deportivo tenemos que hablar de la Champions; todo lo demás no vale, sobre todo con inversiones inmensas detrás, como la que sustenta al Manchester City, respaldada por los Emiratos Árabes Unidos.
El dinero te acerca al triunfo, pero no lo compra. Hay cinco o seis equipos que mantienen la hegemonía en sus ligas y su reto real está en la 'Orejona'. De hecho, esa es la razón por la que Messi tiene la mira puesta en el equipo inglés: quiere ganar y cree que en Manchester hay un proyecto deportivo que, además, dirige el técnico que lo ha llevado a lo más alto en su carrera.
En esta telenovela habrá triunfos y fracasos. Hay lágrimas, perdidas y traiciones. También hay ilusiones, risas y nuevas relaciones. Es un momento histórico. Es una situación para vivir de cerca. Nos está dejando lecciones de negocios, de finanzas y de vida. Los espectáculos de Messi son en la cancha, pero esta situación es su tragicomedia.