Atlante dejó en Cancún a más de 20 empleados sin finiquito ni pago de sueldos atrasados
La directiva azulgrana no liquidó conforme a la ley al personal que laboró para el club durante su estancia en Quintana Roo y hoy no les responden las llamadas
La directiva del Atlante, encabezada por Greg Taylor, Manuel Velarde y Gabriel Solares, se fue de Cancún dejando sin el pago de su sueldo ni liquidación a un grupo de 25 empleados administrativos y de mantenimiento que laboraron para la institución durante su estancia en aquellas tierras.
Algunos de los ex empleados afectados, que pidieron su anonimato por temor a represalias, manifestaron a As México que la dirigencia atlantista les informó que prescindirían de sus servicios hace aproximadamente un mes, cuando los rumores de la mudanza de la franquicia a otra ciudad comenzaban a tomar fuerza.
Hubo casos como el de Eva López, quien trabajó durante más de 20 años en el club en el área de operación, a quien se le pidió su renuncia para llegar a un acuerdo económico “por fuera” que no era acorde con lo que marca la ley. Ella, como muchos otros, se negaron a renunciar.
Entre los 25 empleados a los que Atlante dejó a su suerte se encuentra personal administrativo, de limpieza, mantenimiento y jardineros.
“Quieren que pasen los 60 días que marca la nueva ley laboral para que no podamos reclamar nada de lo que nos deben”, aseguró uno de los afectados.
Además de su finiquito, a los empleados se les deben varios meses de su sueldo. En el mejor de los casos, el adeudo es por mes y medio, aunque hay quienes no recibieron su salario en los últimos cuatro meses.
Estos mismos ex empleados aseguran que los adeudos llegan, incluso, hasta varios de los jugadores que formaron parte del equipo en el último torneo, aunque por temor a ser bloqueados no lo hacen público.
El último contacto que tuvieron los empleados despedidos con la directiva del Atlante fue hace un mes, aproximadamente, a través de Juan Arrieta, secretario de Manuel Velarde, quien les aseguró que se les liquidaría hasta el último centavo de los adeudos que mantenían con ellos.
Desde entonces, y hasta el día de hoy, los integrantes de la dirigencia atlantista se han negado a responder mensajes o a tomar la llamada de sus ex empleados.