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La nueva normalidad del balón

Ciudad de México

El balón de fútbol parece tomar inercia y poco a poco vuelve a rodar en todo el mundo, especialmente en Europa. Ahora rueda en silencio y con una frecuencia distinta.

El público, ese susurro en gritos que mueve un estadio y anima al futbolista, ahora no está. Un partido importante, ahora no lo parece tanto; sin público pierde color y peso. Parece casi sin vida.

Vienen retos para los jugadores que tendrán que encontrar la motivación, la seriedad y la presión por sí mismos, en la importancia del partido y no en el estadio. Porque el aficionado no está y un partido vacío da la sensación de que el fútbol se muere.

Por otro lado, es muy complicado meterse en el partido como afición. Un juego que parece más práctica que un encuentro oficial. Cuánto pesa el sonido, el ambiente y todo el color detrás de la pelota. A esto habría que agregar que los futbolistas vienen fuera de ritmo, tuvieron que parar meses en la parte más exigente de la temporada. La curva de rendimiento se ha visto alterada.

Ahora depende de quién fue profesional durante la cuarentena, quién se mantuvo en forma dentro del encierro y el ocio. La estrategia será un factor primordial para recuperar nivel, ritmo y el juego en equipo.

Este fenómeno que vive ahora el fútbol en su regreso es un precedente de lo que pueden vivir los atletas olímpicos de cara a la postergación de los Juegos de Tokio, tomando en cuenta que en ese caso no son meses, sino un año.

El calendario ha sufrido modificaciones y dificultades, todo se está apretando con la idea de terminar los torneos locales y ajustarse a los tiempos de las competencias internacionales. Pensado en los clubes europeos esto trae pros y contras. Algunas ligas han cesado actividad y repentinamente tendrán que enfrentar la etapa de eliminatoria directa en Champions y Europa League. Las ligas que han regresado con un calendario tan apretado e intenso corren riesgo de lesiones; el ritmo de juego estará a su favor en caso de que no lleguen agotados y se hayan administrado bien.

Vienen nuevos retos al fútbol. La pelota ha vuelto a rodar en silencio, pero con fuerza, adaptándose a la nueva normalidad del balón.