El nadador paralímpico Diego López entrena en alberca familiar rumbo a Tokio 2020

El nadador paralímpico Diego López retornó a sus orígenes para seguir entrenando a pesar de la contingencia sanitaria derivada del Coronavirus que hay en el país. Diego regresó a la casa familiar, en Actopan, Veracruz, donde adapta su entrenamiento en piscina y, a su vez, cumple con los trabajos físicos que su entrenador le envía desde la Ciudad de México.

Así, López ha tenido que ajustarse para entrenar entre cuatro y cinco horas diarias en piscinas que no cuentan, ni de cerca, con la medida olímpica de 50 metros.

"Hacemos trabajo de agua estático, por la tarde hago ejercicios de gimnasio con la rutina que me mandaron desde México para poder estar estos días. Ha sido complicado porque me ha hecho falta estar con el equipo, extraño bastante entrenar allá con mis compañeros", dijo en entrevista a AS México.

El entrenamiento de Diego es basado en una liga que le permite hacer rutinas de tiempo y trabajo específico.

"Son series de 10, cinco o dos minutos, o submarinos, entonces hacemos las adecuaciones con lo que tenemos. En la alberca corta (ocho metros) hago trabajo submarino, a la otra (15 metros) voy para hacer lo estático, me estoy acoplando a lo que tengo", apuntó.

El nadador paralímpico aseguró que la comunicación con su entrenador es clave para mantenerse activo durante la contingencia sanitaria.

"Mi entrenador Fernando Gutiérrez me manda el entrenamiento diario y le reporto lo que estoy haciendo y tratando de hacerlo lo mejor posible para no perder nada de toda la preparación y desarrollo que hemos tenido en estos meses y años, que es muy difícil volver a tener", comentó.

Diego ha aprovechado para tener tiempo con su familia, algo con lo que difícilmente cuenta en su día a día cotidiano.

"Trato de ayudar a mi papá en lo que se puede, estar distraídos, luego me acuesto en la hamaca a dormir, o vemos películas y después a entrenar", concluyó.