Jesús Molina: “Quiero a Chivas y no me da miedo decirlo”
De niño fue un fiel seguidor del América y hoy cuenta a AS México como se enamoró de los colores rojiblancos
Aquel niño, junto a su padre, gritaba los goles del América. Confiesa, muchos años después, que nunca imaginó lo que hoy siente por el que en ese tiempo veía como el acérrimo rival. Será que la magia del Rebaño Sagrado existe. O será que el pasar momentos difíciles con esa camiseta le ha curtido como rojiblanco. Lo único cierto es que Jesús Molina no tiene reparo admitir: “Quiero a Chivas y no me da miedo decirlo”.
El capitán del Guadalajara abre por completo su sentir durante una charla exclusiva con AS México. El entrenamiento ha terminado ya. Está listo para ir a casa, pero antes, se sienta delante de un letrero de Chivas para platicar lo que ha vivido en dos torneos con la escuadra tapatía. Asegura que el Rebaño no deja de ser grande pese a cinco malos torneos, asume la responsabilidad de los jugadores como culpables de la actual “vergüenza” deportiva, señala que la luz empieza a verse por fin y no pierde la ilusión de levantar trofeos.
Recuerda aquellos años en que junto a su padre compartía una pasión distinta a la de hoy. Y explica cómo ha sido posible lo que de niño parecía impensable: querer al Club Deportivo Guadalajara. “Fui un fiel seguidor al América en su momento y hoy me considero un chiva más”, relata durante la charla. ¿Cómo se dio? Él mismo lo cuenta: para llegar a sentirlo, vivió lágrimas, incluso mentadas de madre en el vestidor, durante un muy duro primer torneo. Las dificultades lo curtieron como rojiblanco.
— Veíamos el partido pasado a tu hija en el protocolo de la Liga y a veces olvidamos que el futbolista es, antes que nada, un ser humano. ¿A ti y a tu familia cómo les ha caído estar en Chivas?
“Nunca me pasó por la mente venir a Chivas. Estoy muy contento aquí, me he encariñado con los colores”
— Muy bien, la verdad estoy muy contento, muy emocionado. Nunca me pasó por la mente, la verdad, venir a Chivas. Por mi pasado, por muchas circunstancias, no era algo que yo tuviera en mente. Pero las cosas se dieron, creo que Dios me puso en este equipo, en este camino y hoy estoy disfrutando de mi etapa en Chivas. Estoy muy contento en Chivas, me he encariñado con los colores, con la gente que trabaja en el club, con mis compañeros y mi familia también está encantada del equipo y de la ciudad.
— ¿Hoy que lo vives por dentro, el Guadalajara tiene la trascendencia social que te habían platicado o es incluso mayor a lo que imaginabas?
— Yo siempre he sabido que Chivas es un club muy importante en el futbol mexicano, con mucha historia, un club que atrae a mucha gente, tanto en México como a nivel internacional. En Estados Unidos hay también muchísima gente, millones de seguidores chivas y creo que eso es muy importante: representar a un club que tiene mucha gente que te sigue, que te ve en todos lados. Es una gran responsabilidad y un compromiso muy grande.
— Ya hablabas de tu pasado, sabes lo que es jugar en un grande con alta exigencia. ¿Qué has encontrado en Chivas que lo haga diferente, no sólo del América, sino de cualquier otro club?
— Como bien lo mencionas, la exigencia de los equipos grandes, como la palabra lo dice es muy grande. Tanto en América como en Chivas hay mucha exigencia. Desgraciadamente, hoy Chivas pasa por un momento complicado, de cuatro o cinco torneos malos. Todos los equipos lo atraviesan, los grandes equipos han pasado por esos malos momentos. Estamos en ese camino de que las cosas cambien. Creo que el equipo ha intentado salir de este bache y creo que de a poco se empieza a ver la luz, quizá tarde en este torneo, pero creo que el equipo empieza a tomar un dinamismo diferente en la cancha, con mayor alegría, una sinergia que se siente desde que vas a entrar a la cancha y eso es muy importante. Después, el compromiso de cada uno por el equipo al que representamos es muy grande y sabemos que cuando los resultados no están, todos estamos en calificación a ver si continuamos. Hoy estamos tratando de cerrar de la mejor manera y esperar las decisiones que tomen los directivos. Esperemos que todo sea positivo y podamos seguir acá.
— El torneo pasado decías que si alguien tenía que irse, deberían irse todos. ¿Hoy, con otra mala campaña, sigues pensando lo mismo?
— Sí, sin duda. Yo creo que todos somos responsables, jugadores, cuerpo técnico, directiva. Sin duda que el jugador es el mayor responsable porque es el que juega. En mayor porcentaje creo que somos los responsables y tenemos que asumirlo. Quizá hemos quedado a deber, como equipo no hemos estado a la altura porque el que Chivas no califique durante tantos torneos la verdad sí es de vergüenza deportiva. Este equipo tiene plantel para competir, lo hemos demostrado en estos últimos partidos y lógicamente que el no estar ahí primero que nada nos duele a todos porque uno siempre quiere ganar, pero también nos compromete y nos hace dar ese extra para lo que viene. Si llegamos a seguir acá, nos tiene que doler y sacarnos esa espinita. Yo lo mencioné el torneo pasado y esperaba que las cosas fueran diferentes. Desgraciadamente no ha sido así, aún hay esperanza de calificar, se tienen que dar muchas combinaciones, pero tengo fe en que se puede dar y podamos dar pelea en esa Liguilla.
"Tanto en América como en Chivas hay mucha exigencia. Desgraciadamente, hoy Chivas pasa por un momento complicado"
— ¿Crees que con pese a esos torneos de vergüenza deportiva, Chivas mantiene su grandeza?
— Yo creo que sin duda que la mantiene. La grandeza ha sido lograda a base de mucho esfuerzo por etapas diferentes. Los jugadores que han pasado por aquí han sido grandes jugadores, seleccionados, es un equipo mexicano 100 por ciento y eso hace que Chivas sea aún más grande. Si bien las cosas ahorita no están como la afición y nosotros quisiéramos, Chivas no va a dejar de ser grande por una mala temporada, ni por cinco malas temporadas. Eso es la historia que ha logrado este club, son los campeonatos que ha logrado, los jugadores que han pasado por aquí y por ser 100 por ciento mexicano, eso lo hace distinto a todos.
— Seguramente soñabas con la gloria y te has topado con el infierno. ¿Cuando te dijeron que jugarías en Chivas, te imaginaste que sería tan complicado?
— No, no. Sabía el reto tan importante que representaba el venir acá, sabía que venían de un mal torneo, sabía que estaba el tema porcentual, que teníamos problemas porcentuales, pero creo que era un reto grande para mí. Soñaba con venir y aportando mi granito de arena, cambiarle esta mala racha al equipo, levantar trofeos. Sigo soñando, eso es lo que nos mantiene vivos como jugadores, el soñar, el ilusionarte. Sigo pensando que en algún momento voy a levantar el trofeo, me visualizo así, pero eso es mucho trabajo, mucha constancia, mucha dedicación, sobre todo, ser profesionales en todos los aspectos. Esperemos llevar este equipo a la gloria, a lo más alto.
— Precisamente por tu pasado, muchos aficionados veían con recelo tu contratación. Hoy no sólo eres capitán, sino que de los seguidores tienes respeto y cariño. ¿Esperabas que eso se diera tan rápido?
— No, la verdad que no. Yo sabía que iba a ser complicado por mi pasado. Yo soy sincero y mi niñez fue americanista por mi papá. Cuando tienes al papá, tú como niño lo sigues obviamente. Después me voy a Tigres, me encariñé también con Tigres porque me aceptaron en casa club, es indudable que cuando llegas a una institución que te apapacha y te quiere, obviamente hay un momento en que tienes que corresponderle. Entonces, ha pasado así aquí en el Guadalajara. Sabía que iba a ser difícil por el tema de mi pasado, pero sabía también que con buenas actuaciones podías irles de a poco cambiando esa mentalidad. Me considero un apasionado del futbol, cuando llegué aquí dije lo que me encanta es el futbol, quiero trascender, quiero ganar. Ahora con lo que me encuentro es que aparte de que vine porque soy futbolista y soy un profesional, me he ido de a poco encariñando con el equipo, con la afición, con la gente que trabaja aquí. Por el momento, por la situación, aquí hay dolor por el mal momento y uno se empieza a adentrar en lo que representamos: 11 jugadores dentro de la cancha engloban a millones de personas chivas que lo sufren. Eso ha cambiado un poco mi manera de pensar: siendo yo de niño un fiel seguidor de otro equipo, nunca me imaginaba que puedo llegar a querer al odiado rival en aquel momento. Así es el futbol, soy un apasionado del futbol, soy un profesional, me considero así, pero hoy siento que quiero a Chivas y no me da miedo decirlo. Hay un gran respeto por América, fui un fiel seguidor al América en su momento y hoy me considero un chiva más. Hoy estoy aquí, represento a Chivas, quiero ser campeón con Chivas, quiero ganarle a todos los equipos y quiero que Chivas siempre el principal candidato en todos los torneos a ser campeón.
“Chivas no va a dejar de ser grande por una mala temporada. Su grandeza es por historia, campeonatos y el ser 100 por ciento mexicano”
— Lo decías hace un momento que cuando niño nunca te imaginabas llegar a querer a este equipo. ¿Es verdad lo que muchos ex jugadores han dicho: que Chivas tiene una magia que enamora?
— Sí, yo creo que sí. Yo voy por mi segundo torneo, es mi primer año acá en Chivas. El primer torneo fue muy doloroso, deportivamente hablando, muy sufrido. Considero que eso, hablándolo con mi familia, fue lo que me fue adentrando mucho al club. Hay mucha gente que en el pasillo me topo, que me comenta “Molina, hay que ganar”, ellos dependen de nosotros prácticamente. Esas son cosas que quizá yo no me había detenido a pensar en otros equipos y ahora qué pasa acá, me ha dado para que de una u otra manera empiece a querer al equipo, a encariñarme con la institución. Creo que eso es el encanto que he tenido yo con Chivas, la verdad me han tratado de maravilla, me dieron esa gran responsabilidad de ser el capitán. Yo espero entrar en la historia de este gran club, ser un referente, dejar huella, no ser simplemente un jugador de paso. Pero sé que para eso hay mucho trabajo detrás, mucha exigencia, no sólo conmigo sino con todos mis compañeros, pues al final somos un equipo. Esperemos de a poco ir cambiando la mentalidad, ir pensando en cosas grandes y no sólo en temas de descenso, como es el caso.
— Alguna ocasión te vimos llorar en la banca de impotencia porque los resultados no se daban. ¿Es esa la única vez que has llorado por Chivas o han habido otras?
— Sí, sin duda... y no soy el único, eh. No me gusta vender humo ni nada de eso, no tengo necesidad, tengo una carrera creo yo ya hecha. Creo que somos varios los jugadores que nos ha dolido, por no decirte que todos. En su momento, todos la sufrimos de una u otra manera, con lágrimas o sin lágrimas. Son lágrimas muchas veces de impotencia, de vergüenza deportiva, de saber que la situación por más que trabajamos, por más que nos esforzamos, no se da. No creo que es un tema solamente mío, es un tema que yo vivo en el vestidor con mis compañeros. Salir de un partido después de una derrota, perdón la palabra, es mentar madres, muchas veces hasta recriminar, salimos peleados por un tema de exigencia, pero a la vez sabemos que nadie se quiere equivocar. Todos somos humanos y en algún momento nos podemos equivocar dentro de la cancha. Cuando perjudica al equipo y sabes que fuiste partícipe de una derrota, la verdad que es difícil manejarlo. Es difícil por el momento, que había una racha de no ganar, entonces ese torneo anterior fue muy sufrido. Pero no me arrepiento, es parte de mi proceso como jugador y eso te hace ser resiliente, te hace salir adelante de las adversidades. Eso es lo que hoy por hoy me hacer estar feliz acá, si no hubiera sido por ese semestre, yo creo que hoy me daría igual seguir o no acá. La realidad es que hoy no me da igual, yo quiero seguir en Chivas, se viene un semestre muy complicado por el tema porcentual, pero este equipo tiene que pelear por lo más alto. El torneo pasado lo dije, tenemos un plantel creo yo muy competitivo y desgraciadamente las cosas, por una o por otra, no se nos han dado. Esperemos, sigo teniendo la ilusión de poder calificar en esta y dar ese campanazo que nadie se espera, pero si no fuera así, se viene un semestre con mucho reto.