Guillermo del Toro: La 'aterradora' infancia del cineasta mexicano
El director mexicano tuvo algunos episodios durante su infancia que sirvieron como inspiración para icónicas cintas.
En definitiva Guillermo del Toro se ha convertido en uno de los cineastas mexicanos más queridos por todos, esto por la gran disposición que ha mostrado por ayudar a otros sin recibir nada a cambio, hace un mes se ofreció a pagar un viaje a Sudáfrica para 12 niños que formaban parte del equipo de Olimpiadas Matemáticas.
Y no sólo eso, el pasado jueves, el director mexicano decidió ayudar a la selección femenil de Hockey sobre pasto, ya que las integrantes del equipo se encontraban en Japón y no recibieron el apoyo necesario para permanecer en el país, así que una vez más, Guillermo mostró interés en el tema y resolvió el conflicto.
Es por eso que en redes sociales todos se encuentran hablando del creador de 'La forma del agua', pero en realidad hay muy pocas cosas que se conocen a profundidad sobre la vida de Del Toro y cómo llegó a ser el gran director que es en la actualidad, porque es un hecho que no sólo su personalidad nos hace admirarlo, también cada una de sus cintas.
Guillermo del Toro y la infancia que lo marcó
El cineasta mexicano tomó parte de su infancia como inspiración para la creación de sus icónicos monstruos, pues fue en ésta etapa de su vida donde comenzó a tener una relación directa con historias fuera de la realidad, que lo inspiraron de una u otra manera para proyectar parte de sus temores en la pantalla grande.
En el Festival Lumière de Lyon realizado en 2017, Del Toro contó a los espectadores el momento exacto de cuando comenzó su inusual gusto por lo sobrehumano:
"En la televisión pasaba una serie con un mutante calvo y ojos gigantes. Yo estaba en la cuna y empecé a gritar. Mi psicoanalista me dijo posteriormente que eso me creó una especie de síndrome de Estocolmo. De ahí que adore ahora los monstruos", dijo.
Pero no fue sólo la televisión lo que ayudó al cineasta mexicano, también existieron episodios sombríos de cuando era niño protagonizados por su propia abuela, ya que ésta le decía a los 4 años que "tenía que pagar por todos sus pecados, de lo contrario sería envuelto en llamas". Y es que la abuela de Del Toro le ponía chapas de botellas en los zapatos para que sangrara y pudiera 'pagar' así con su dolor a Jesús.
Aparte de estos inusuales episodios, Guillermo del Toro también tenía algunos sueños que al final no resultaron tan aterradores después de todo:
"De pequeño tenía sueños lúcidos. Abría los ojos, pero seguía soñando. Miraba a mi alrededor y había cosas animadas en las estanterías y debajo de mi cama. A los monstruos les pedía que, por favor, me dejaran ir al baño", afirmó el cineasta.
Y es que sin duda los monstruos del creador del 'Laberinto del fauno' son recordados de manera memorable por todos aquellos seguidores de los filmes y al parecer ahora sabemos parte del contexto que conllevan algunas de las creaciones de Guillermo del Toro.