Southgate y el juego entre líneas
Michael Carrick, el excentrocampista del United y ahora ayudante de Mourinho, reconoce en su autobiografía que la selección inglesa nunca supo utilizarle bien. Casi aciertan cuando le colocaron delante de la defensa y por detrás de Lampard y Gerrard, pero aquel partido no salió del todo bien y apenas volvió a repetirse la mezcla. A nadie se le ocurrió que un mediocentro que puede pasar, con visión e inteligencia, era la mejor manera de controlar los partidos, de mejorar lo que tenía alrededor.
Lo raro es que saliera un Carrick de la cantera, pero cuenta que le quisieron cambiar desde pequeñito: es el producto de la casa familiar. Su padre y su abuelo fueron futbolistas de toque y le quedó grabado en su cabeza el “pasa y muévete” que le repetía su padre cuando le entrenaba a solas. A Scholes o a Joe Cole les hacían jugar en banda con la selección, nunca pudieron crecer como mediapuntas. O de aplicar pausa al juego. Justo lo que necesita ahora Southgate y que no encuentra. Hace unos años se decía que los ingleses no regateaban y se dedicaron a formar extremos. Ya han llegado a la selección: Rashford, Sterling, Sancho. Southgate ha pedido ahora que recluten a los que sepan jugar entre líneas y que las academias de élite del país formen ese tipo de futbolistas. Un día acertarán con la combinación y empezarán a ganar.