México gana a Costa Rica una práctica de tiro en Monterrey
Con goles de Víctor Guzmán, Henry Martin y Raúl Jiménez, la Selección Mexicana labró la primera victoria en el nuevo interinato del 'Tuca' Ferretti'. No jugó Hirving Lozano.
"El futuro del fútbol mexicano" que profetiza Ferretti dio sus primeras señales de lozanía en Monterrey. Costa Rica, que presentó sus mismas galas que en Rusia, fungió como invitado de honor para un ensayo más del interinato de 'Tuca', con fecha de caducidad en noviembre. 'El Volcán' acogió por primera vez en ocho años al Tri y los cobijó, como a Keylor Navas, a Hirving Lozano, y, claro, a Ferretti, pese a los pequeños huecos en las gradas. El partido, eso sí, no defraudó. Fue la primera victoria de la Selección desde el 2-1 contra Corea en Rostov.
Así vivimos la victoria de México frente a Costa Rica en vivo.
El contingente de Ronald González no acompañó el clima de relajación. Con las granadas ajustadas a la cintura y los cuchillos atados en las plantas de los zapatos, a Costa Rica le quedó la reserva del ansia combativa de Rusia. Entonces, no le fue suficiente el tesón. En el Volcán, fueron volcánicos. Cruz, Guzmán, Gamboa, González coparon el terreno de juego de minas terrestres mientras los soldados rasos de Ferretti apenas asomaban las armas desde las trincheras. El comando del 'Tuca', aún en inmerso en el mortífero entrenamiento militar, tiene las papeletas en blanco. La primera orden de ataque, inspirada por la osadía de Brizuela, generó un escopetazo de Dueñas y una ráfaga de Zaldívar; para Keylor Navas, comandante de la Defensa costarricense, terrateniente de Valdebebas y alrededores, el proyectil fue un balín.
La zambullida de Keylor terminó con la guerra de guerrillas y Costa Rica apostó al combate cuerpo a cuerpo. Los costados levantaron el peaje y Campbell y van Rankin recorrieron las autopistas sin velocidad límite. Entonces, Campbell retó a Álvarez, pero el zaguero se revolvió sobre el césped en una cobertura inspirada en un movimiento de lucha grecorromana. La pista de carreras sin ley dejó que Oviedo activara la mira de francotirador después de una escaramuza de Venegas, liado con Álvarez y van Rankin, implacables polizontes de tránsito; el mensaje encontró a Joel Campbell al otro lado del desierto, a segundo poste. Testarazo seco, rutinario. El Volcán, en reposo. Fue la calma antes de la erupción.
Zaldívar y van Rankin combinaron, el lateral pidió pista y Víctor Guzmán colgó el cuero en la escuadra como quien coloca una figura de cristal en un estante. Un gol como un cuadro de Dr. Atl, tapatío como Guzmán; luminoso, colosal. Costa Rica acusó el golpe y aprovechó el Estado fallido de los caminos, convertidos en autopistas sin cuartel. Rompió líneas Bryan Ruíz, acumuló mexicanos en sus espuelas. Cruz, quien avistó la media luna sin vigilancia, probó a Lajud con una caricia; el arquero escupió, Oviedo devolvió el reintegro y van Rankin encarnó a Lajud. Notable atajada, fuera de posición y funciones. Bryan Ruiz colocó en la red lateral derecha un penalti de catálogo que Lajud ni siquiera olfateó.
El bombazo de Henry Martin, con destino al Cerro de la Silla, abrió el telón del segundo tiempo. González, quizá conforme con el buen hacer de sus soldados, optó por repartir el botín y ordenó el repliegue de sus fuerzas. El examen de buena imagen ya lo había superado su escuadrón. 10 minutos después, Jürgen Damm piso acelerador, quemó asalto, rasguñó el acotamiento y colocó el gol en la cabeza de Martin, encogido para sellar su encuentro del balón con su coronilla. El partido mutó en un ensayo de tiro frente al paredón de las tropas de Ferretti y perdió conflicto. Los minutos finales sirvieron para que Jiménez se reconciliara con los penaltis, gracias al abrazo de Guzmán a Martin; para que la afición del 'Volcán' gozara con las triquiñuelas de 'Tecatito' y una cabriola más de Keylor; y para ofrecer a 'Chucky' Lozano una canonización por aclamación sin ni siquiera asomarse desde el banquillo. Ah, y para respiro de Ferretti, firmante de la primera victoria de su segundo interinato. Chile y los fantasmas aguardan en Querétaro.