Felipe Muñoz: “Tenía la edad ideal y los JO eran en mi país”
Una de las gestas más recordadas de México 1968 fue la del nadador mexicano coronándose campeón en los 200 metros pecho.
Con sólo 17 años de edad, el nadador mexicano Felipe Muñoz Kapamas realizó una autentica proeza en los Juegos Olímpicos de México 1968: se colgó la medalla de oro para nuestro país en la competencia de 200 metros pecho, contra todo pronóstico.
El rival a vencer era el soviético Vladimír Kosinski, pero el tritón sabía que estaba ante una oportunidad inmejorable, en plena juventud, en su país y con el apoyo de su gente.
“La natación es de muchachos jóvenes, yo tenía la edad correcta, ideal. Con 17 años, tenía que aprovechar la oportunidad que se presentaba de que los Juegos Olímpicos fueran en mi país”, dice el propio ‘Tibio’ Muñoz en entrevista vía telefónica para AS México.
Era el día que marcaría su carrera en la natación y su entrenador se lo hacía saber. “Siempre recuerdo lo que me decía mi entrenador, Ronald Johnson, que el 22 de octubre iba a ser el día más importante de mi vida deportiva”, cuenta quien le dio a México la primera presea dorada de natación en la historia de los Juegos Olímpicos.
Para lograr la hazaña había que emplear un plan para esos 200 metros en el agua de la Alberca Olímpica de Churubusco. Los demás competidores eran más rápidos que el propio Felipe Muñoz y, tanto él como su equipo de trabajo, lo sabían.
“Siempre me mencionó mi entrenador que yo no iba a ser el más veloz de todos en la final, pero yo tenía una gran oportunidad al ser más fuerte que ellos. La estrategia era nadar más fuerte la segunda parte de la prueba y seguí las indicaciones de pelear los últimos metros, donde era mi oportunidad”, comparte.
En la parte final de la prueba, el ‘Tibio’ Muñoz se concentró en dar el máximo de sí mismo sin voltear a ver a sus oponentes y así logró un tiempo de 2 minutos, 28 segundos y 7 décimas, con el cual derrotó a Vladimír Kosinski.
“En los últimos metros ya no vi al soviético, él era el más veloz de todos, acostumbraba nadar en primer lugar desde el principio, irse adelante y difícilmente alguien lo puede alcanzar, pero ‘si logras nadar bien, tienes posibilidades’, me decía mi entrenador”, relata.
La algarabía se desató en aquel escenario, los gritos de “¡Tibio!, ¡Tibio!” se escuchaban en todo lo alto, entre aplausos y gritos de euforia.
El momento más emotivo fue cuando se escuchó el himno nacional mientras la bandera mexicana posaba por encima de la soviética de Vladimír Kosinski y la estadounidense de Brian Job.
México no aprovechó el impulso de sus Juegos Olímpicos
A 50 años de distancia de los Juegos Olímpicos de 1968, Felipe Muñoz considera que en México se desaprovechó la motivación que tenía la gente, luego de la realización del evento en nuestro país, y no se dio seguimiento al apoyo en materia deportiva como sí se hizo antes del certamen.
“Después de los Olímpicos de México 68, la juventud quedó muy motivada, pero no tuvieron el apoyo ni la continuidad que tuvieron otros países. No aprovechamos lo que hicimos en los Juegos Olímpicos para una continuidad deportivo”, asevera.
El ‘Tibio’ Muñoz pone dos ejemplos: Corea del Sur y España, quienes también tuvieron su evento olímpico y ahora se encuentran en un mejor nivel que el mexicano.
“Seoul y Barcelona llevaron a cabo sus Juegos Olímpicos en 88 y 92. Estos dos países supieron continuar el esfuerzo que se hizo en un principio para sus Juegos y se convirtieron en potencias deportivas. Nosotros en México, no lo supimos hacer y eso nos afectó considerablemente. No supimos mantener la inercia del apoyo y la continuidad deportiva”, subraya antes de rematar con una frase contundente.
“En México hay mucho talento deportivo que no se aprovecha por falta de apoyo y de desarrollo deportivo”, finaliza.