El último tren de Gareth Bale

El evidente tsunami en el que se va a convertir la inminente salida de Cristiano Ronaldo puede que tenga un único beneficiado de salida: Gareth Bale. El galés, chilena para la historia al margen, se ha diluido como un azucarillo desde que Zidane le retiró el cartel de intocable en el equipo. Su calidad cuando está en forma es indiscutible, pero para ser la bandera de un club como el Madrid no basta con estar en forma un par de meses al año. Si a Lopetegui le cuadra, al Expreso de Cardiff se le puede presentar la ocasión de su vida para convertirse en un referente para la afición y para el vestuario.

Florentino Pérez va a acudir al mercado para hacerse con un jugadorazo, pero un Bale en forma puede competir con cualquier futbolista del mundo para ser referencia del campeón de Europa. Las condiciones le vienen de serie; ahora le falta encontrar la motivación, la pasión y la ambición necesarias para convertirse en un jugador legendario. Cerrado el paraguas de Cristiano Ronaldo, le toca al galés de los goles decisivos entender que para hacerse con el corazón del madridismo tiene que poner un poco más de su parte. En su mano lo tiene...