“El que no salte es alemán”
Dentro del pequeño Estadio Strogino, cerca de 400 aficionados apoyaron a la Selección Mexicana. El Cielito Lindo y más cantos se escucharon en Rusia.
La primera práctica de la Selección Mexicana en tierra mundialista queda marcada, este martes, por el apoyo de cientos de aficionados. El viaje ha sido largo, pero el ánimo es intento. Dentro del pequeño Estadio Strogino, unos 400 alientan hasta el final de la práctica. Pero afuera, cerca de 100 se han quedado con las ganas de ver el entrenamiento.
Son ellos los más pacientes del día. Son quienes aguardan ahí bajo el cambiante clima de Moscú: llovizna y frío durante gran parte del entrenamiento, calor y sol durante algunos minutos, para después volver a las temperaturas bajas. Pero ya están ahí y no están dispuestos a marcharse sin ver a los seleccionados, aunque sea a través del vidrio de un camión.
Ahí, la espera se aligera cantando. “Al verde siempre voy alentar, en Rusia tenemos que ganar, como en el Estadio Azteca, como en los años noventa, vamos mexicanos, vamos mexicanos, hoy hay que ganar. La vida en la cancha hay que dejar, en Rusia tenemos que ganar”, se escucha.
Luego, la letra de “Cielito Lindo” explota mientras el camión que transporta a la Selección Nacional por fin abandona el Estadio Strogino. “Hecho en México, hecho para la victoria”, se lee en las ventanas. Y los aficionados mexicanos explotan en júbilo. “Dale, dale, dale México, daleee Méxicooo”, cantan mientras los elementos de seguridad custodian la calle.
Los automovilistas voltean al pasar. Será por eso que dos autos se impactan justo frente a la porra azteca. Es un alcance. Nada de consideración. El conductor y la conductora salen solo para verificar que no hay daños mayores. Enseguida, siguen su camino. Y los mexicanos retoman la fiesta. “A la bio, a la bao, a la bim, bom, ba, México, México, ra, ra, ra”, gritan en una sola voz.
Y pronto, antes de marcharse, recuerdan que el entrenamiento es lo de hoy, pero la meta de todos, futbolistas y aficionados, es el domingo, frente al actual campeón del mundo, en el debut dentro de la Copa del Mundo. Por eso, el último canta recuerda ese compromiso. “Hay que saltar, hay que saltar, el que no salte es alemán”. Los mexicanos brincan, cantan, gozan. Esto es Rusia 2018.