La historia de Bobby Moore y el brazalete de la confusión

Bien dicen que la avaricia le da a quienes más tienen, no importa si se trata de un famoso o alguien que posee diversas empresas exitosas; el deseo de tener más dinero corrompe a cualquiera. Este pecado capital, alguna vez manchó a la leyenda inglesa Bobby Moore que terminó por “robarse” el brazalete de la confusión…

Era el inicio de los 70, la música punk y la disco comenzaban a atraer los oídos de los jóvenes; algunas zonas en el mundo seguían en guerra, siendo en Vietnam donde se dieron más víctima, en los cines se estrenaba el documenta de Let It Be de The Beatles. En otras partes como en México todo se alistaba para una fiesta internacional gracias al Mundial.

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Para la novena edición del certamen más importante del fútbol, las tierras mexicanas esperaban la visita de grandes como Gerd Müller, Pelé, Rivelino, Bobby Charlon, Booby Moore y muchos más; con esta clase de figuras se esperaba un torneo lleno de emociones.

Una de las selecciones que más reflectores acaparaba era la de Inglaterra que venía de ganar el campeonato cuando fue anfitrión en 1966; para afrontar el evento en terreno americano, los ingleses alistaron una serie de encuentros amistosos en países como Colombia y Ecuador, siendo la primera nación donde los jugadores se maravillaron con las calles y personas de aquella de Bogotá; previo a los compromisos de preparación, el cuerpo técnico les dio el día libre para abandonar el hotel Tequendama para conocer los alrededores.

Aunque estaban a miles de kilómetros de distancia, el amor por sus parejas no sólo se hacia más fuerte, sino que además provocó el anhelo entre los futbolistas de llevar un detalle, por eso elementos como Bobby Charlton y Bobby Moore se adentraron a la joyería Fuero Verde para deslumbrar sus pupilas con las brillantes rocas.

Después de revisar la mercancía, no encontraron nada de su agrado por lo que abandonaron el lugar; lo que parecía una anécdota sólo para los amigos, terminó por ser un escándalo internacional porque la dependiente de la joyería, Clara Padilla, acusó a Moore de robarse uno de los brazaletes más caros del lugar; entre dimes y diretes, la policía decidió dejar libre al zaguero.

Más tarde, en la cancha, Inglaterra venció 0-4 a Colombia y días más tardes visitaron Ecuador para salir airosos 0-2; ya con el inicio de México 70, el equipo regresó a tierras cafeteras pese a la paranoia de algunos por volverse a entrometerse en polémicas.

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El miedo del cuerpo técnico se cumplió porque un par de agentes esperaron el vuelo de los ingleses para detener a Moore debido a que un supuesto testigo llamado Álvaro Suárez vio cómo el zaguero hurtó el brazalete; al observar la magnitud del problema, el equipo partió rumbo a México y dejó a dos representantes junto con el jugador.

En una anécdota paralela, el delantero Jeff Astle se tuvo que embriagar porque tenía pavor a los aviones; este detalle junto con el caso del supuesto robo, llevó a la prensa mexicana a llamar al equipo inglés “borracho y ladrón”.

De vuelta a Colombia, la embajada británica logró evitar que encarcelaran a Bobby Moore pero estuvo en arresto domiciliario. Los días transcurrieron y un juez decidió reconstruir los hechos, lo curioso es que tanto Clara Padilla (dependiente del local) como el Álvaro Suárez (el testigo) comenzaron a entrar en contradicciones, eso dio como resolución que se cerró el caso y el jugador llegó para disputar el magno evento de fútbol, donde Inglaterra no pudo repetir la hazaña porque se quedó en los Cuartos de Final.