Uruguay vence a República Checa gracias a Suárez y Cavani
Los de Óscar Tabárez se impusieron a un pobre combinado checo que apenas inquietó a la Celeste. Suárez, de penalti, y Cavani, con una gran chilena, hicieron los goles.
Luis Suárez y Cavani guiaron a Uruguay para vencer cómodamente a una República Checa que apenas inquietó a la Celeste en la semifinal de la China Cup. Los uruguayos fueron mejores de principio a fin y se medirán a Gales en la final del lunes.
El comienzo del partido fue una declaración de intenciones por parte de Tabárez. Dejar al rival tocar el balón hasta llegar a la medular y ahí presionar el balón. El centro del campo celeste robaba el esférico e iniciaba las contras una y otra vez, y así llegó el primero. Ni siquiera se había llegado a los diez minutos de juego cuando Luis Suárez se filtró entre la defensa tras un pase mágico de Matías Vecino y fue derribado por Pavlenka, que llegó mucho más tarde. Penalti claro y gol del ‘9’ del Barça, quien llega al medio centenar de goles con la ‘Celeste’.
Sin mucho pero siendo muy superior, Uruguay se puso por delante. Fue entonces cuando De Arrascaeta sacó el ‘guante’. El de Cruzeiro puso dos centros medidos, uno a Godín que remató excesivamente flojo, y otro a Cavani, que obligó a lucirse a Pavlenka con un paradón a una mano.
Ahí llegó el arreón checo, lo único potable que se puede sacar de su partido. Sin lograr inquietar a Muslera, los de Jarolím asediaron el área uruguaya ante una dupla Godín-Giménez que no pasó apuros. Gran actuación también del todoterreno Laxalt en el carril izquierdo.
Pasada la media hora de juego llegó la jugada del partido. Balón desde la izquierda que Nández peinó tras ver por el retrovisor solo a Edinson Cavani. Con todo el espacio para hacer lo que quisiera tras un error garrafal de la zaga, el del PSG optó por hacer una chilena espectacular para levantar el asombro de todo el Guangxi Sports Center y, de paso, matar definitivamente el partido. Y es que ahí acabó un encuentro que duró lo que quisieron los dos de arriba.
La reanudación sirvió para comprobar que, efectivamente, los checos habían bajado los brazos, impotentes ante una Uruguay mucho mejor que, ni mucho menos, hizo su mejor partido. La entrada al campo de Gastón Ramírez avivó un poco el juego, siendo protagonista de la ocasión uruguaya más clara de la segunda mitad, en un zurdazo que lamió la madera.
La internacionalidad número 103 del ‘Cebolla’ al ingresar al campo, el debut de Lucas Torreira con la Celeste y el balón estrellado al palo de Schick, que se aprovechó bien de un rebote en área uruguaya, fue lo último destacable de esta semifinal de la China Cup. Uruguay se enfrentará a Gales el lunes en la gran final.