PYEONGCHANG 2018 | SNOWBOARD

El 'Tomate Volador' ya es mito: oro tras 62 puntos en la cara

Shaun White ganó su tercer título olímpico en snowboard halfpipe después de los que ganara en Turín 2006 y Vancouver 2010. Hace cinco meses tuvo un accidente.

Shaun White.
SERGEI ILNITSKY
Juanma Bellón
Juanma Bellón. Nació en 1983, en Úbeda. Corrió 800 metros en 1:49. Estudió periodismo en la Complutense y en 2006 entró en AS, a Más Deporte. Escribió de temas polideportivos, mucho atletismo. Cubrió los Juegos de Tokio. Ahora es jefe de la sección de Actualidad. Allí se trata de economía, ciencia, conflictos internacionales, política y lo que sea.
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Shaun White es lo más parecido a ver a alguien flotar en el aire. Con sus trucos en el halfpipe de Pyeongchang el Tomate Volador (Flying Tomato) consiguió el tercer oro olímpico de su vida tras los logrados en Turín 2006 y Vancouver 2010. El mito estadounidense del freestyle se hace cada vez más inmenso sobre su tabla.

White es de esos riders que generan situaciones mágicas. Y en el Phoenix Park coreano creó uno de esos momentos en el que los snowboarders alucinan. Tenía que remontar los 95.25 del japonés Ayano para llegar al oro. Y salió directo a volar. Dos saltos 1440 y tres vuelos más. Todo en 30 segundos que generaron un éxtasis colectivo que hicieron imposible que los jueces no le diesen el oro al Tomate.

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"Mis cuartos Juegos, mi tercer oro, es una sensación mágica. Más después del accidente que sufrí", contaba White que hace cinco meses en Nueva Zelanda tuvo una fractura de nariz que le conllevó 62 puntos de sutura. Tuvo la cara destrozada, pero su rostro de estrella de rock lució inmaculado en Pyeongchang.

A sus 31 años, este es un paso más en el camino de un los riders más representativos de siempre. Porque ya ha declarado su intención de estar en los Juegos de 2022 y... en los de 2020, sí en los de Verano, donde quiere hacer skateboard. Permanezcan atentos a Flying Tomato, con él llega la magia.

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