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Josh McDaniels y los hombres de palabra

Estados UnidosActualizado a

Dicen que un hombre vale lo que vale su palabra. Tony Montana, el personaje protagonista de Scarface interpretado por el gran Al Pacino, lo ponía de esta forma: “Un hombre sin palabra es una cucaracha”.

Ser un hombre de palabra debe ser una obligación, no una opción, porque, como dice la Real Academia Española, es el “empeño que hace alguien de su fe y probidad en testimonio de lo que afirma”.

Josh McDaniels no es un hombre de palabra. Eso ahora lo saben los Colts y otros 30 equipos de la NFL. Seguramente también lo saben los Patriots, pero ellos son los únicos beneficiados con que no lo sea.

Horas después de que en Indianapolis lo anunciaron como su nuevo head coach y hasta invitaron a los medios de información a una conferencia de prensa, McDaniels llamó al gerente general de los Colts, Chis Ballard, para decirle “gracias, pero no gracias. Me quedo en Nueva Inglaterra”.

¿Por qué McDaniels hizo soberana grosería? Hay varias teorías. La mía coincide con la de muchos malpensados.

Robert Kraft, el dueño de los Patriots, no sólo le ofreció un jugoso aumento de sueldo sino que le prometió a McDaniels que él será el próximo coach de los Patriots.

De ello deduzco que, efectivamente, debido a las diferencias entre el coach Bill Belichick y el quarterback Tom Brady, Kraft se vio en la penosa necesidad de elegir entre uno y otro. Y eligió a Brady.

Porque McDaniels no sólo es el coordinador ofensivo sino uno de los mejores amigos del quarterback considerado el más grande de todos los tiempos.

¿Qué creo? Que la de 2018 será la última campaña de Belichick al mando total de los Patriots; que, sin anunciar oficialmente el retiro, se tomará algunos años sabáticos, completamente alejado de todo lo que huela a NFL; que McDaniels se quedará como head coach en Nueva Inglaterra, aunque sin el poder absoluto que hoy tiene Belichick (o sea que Kraft tendrá que conseguir un gerente general); que Brady jugará sólo un par de temporadas más; y que el plan es que Josh y Jonathan -actual presidente del equipo e hijo de Robert- se conviertan algún día en lo que hoy son Belichick y Kraft.

Oh, claro, falta una pieza en el triángulo. El siguiente Brady.

Los Patriots, aparentemente contra el deseo de Belichick, mandaron a Jimmy Garoppolo a San Francisco, y se quedaron con Brian Hoyer, quien tiene contrato hasta 2019, pero que no tiene pinta de quarterback franquicia.

Es hora de buscar, otra vez, un pasador en el Draft. O el plan perfecto durará menos que McDaniels como coach de los Colts.

En Indianapolis, por cierto, han puesto la mira en el coordinador ofensivo de los campeones Eagles, Frank Reich. Otra opción es Dan Campbell, coach asistente y de alas cerradas de los Saints.

En tanto, el agente Bob LaMonte decidió ponerle fin a su relación laboral con McDaniels, porque resulta que también es el representante del gerente general de los Colts.

Dicen que “cuando un hombre traiciona su palabra, no vale nada”.

Amén.