Añoranza del anterior banquillo

El banquillo siempre debe dar soluciones. Al menos, así fue la temporada pasada. El problema es no valorarle como merece. Recuerdo que tras la final de Cardiff, Zidane afirmó que le gustaría quedarse para este curso con la misma plantilla. Pero Zizou se puso el traje de hombre de empresa y prefirió mirar para otro lado cuando llegó la hora de dar las bajas.

Morata, que le había resuelto varios partidos importantes, insistió en irse y tampoco supo convencerle al asumir que siempre hubiera preferido a Benzema en los días grandes. A Mariano le aconsejó directamente que se fuera al Lyon porque no es un delantero de su gusto (qué pena que el hispano-dominicano no esté aquí y que estén disfrutando tanto de sus goles en Francia). James tenía un muro delante de lujo llamado Isco-Asensio, pero el colombiano es tan bueno que quizá el técnico debería haber buscado una fórmula para convencerle de que era necesario su concurso para mantener su share dentro de la plantilla. Y Pepe salvó un derbi con el Atlético en su último partido de blanco. Conclusión: este banquillo ya no da soluciones.