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Super Bowl LII

Rob Gronkowski busca su momento de gloria en el máximo escenario

Reconocido como una de las armas más peligrosas de la NFL, el tight end de los New England Patriots aún no ha sido factor en alguna edición del Super Bowl.
Patriots-Eagles: Super Bowl LII en vivo

Minneapolis
Rob Gronkowski busca su momento de gloria en el máximo escenario
LUCY NICHOLSONREUTERS

Cuando se trata de Super Bowls, Rob Gronkowski ha acaparado más titulares por lo que hace después del encuentro que durante el mismo. Eso no puede ser una buena señal.

Considerado como una de las armas más peligrosas de la NFL y con una reputación para adueñarse de los reflectores en todo momento, el tight end de los Patriots ha pasado una desproporcionada cantidad de tiempo en las penumbras tratándose del Super Bowl.

A pesar de que cuenta con dos anillos de Super Bowl, Gronkowski tiene las joyas, pero no un momento icónico. De hecho, una de las sortijas la obtuvo sin haber jugado un solo down.

Y eso no está bien cuando se tiene una personalidad como la suya. El domingo tendrá la nueva oportunidad de cambiar su historia.

Muchos apuntarán al touchdown de “Gronk” en el título de los Patriots en el Super Bowl XLIX como una clara señal de que, tratándose de juegos de campeonato, ha sido más que un simple espectador. Pero una anotación en el segundo cuarto de un partido que se definió por cuatro puntos y en los segundos finales, está lejos de ser relevante cuando se trata de un jugador de características dominantes.

“Gronk” merece más. Quiere más. Y una vez que el jueves recibió la autorización médica para abandonar el protocolo de conmoción y prácticamente garantizar su aparición en el Super Bowl LII, tiene la oportunidad de más. Los números que ha acumulado en dos apariciones previas en el Super Bowl están por debajo de lo que uno esperaría de un jugador que regularmente es un dolor de cabeza para los coordinadores ofensivos rivales.

En 2011, Gronkowski se catapultó a las elite de la NFL en apenas su segundo año. Haciendo mancuerna con el polémico Aaron Hernández, acumuló 90 recepciones, 1,327 yardas y 17 touchdowns suficientes para la designación All-Pro. Pero con el título en juego, apenas atrapó dos pases para 26 yardas y los Patriots caerían sorprendidos 21-17 ante los Giants. Se le vio bailando sin camiseta después del partido.

Su primera sortija llegó en 2014 para coronar otra dominante campaña de 82 recepciones, 1,124 yardas y 12 anotaciones. Tuvo touchdowns en sus tres juegos de playoffs, pero en solo uno de ellos - la ronda divisional ante Baltimore - rebasó las 100 yardas y las siete recepciones. Su anotación a 31 segundos del medio tiempo puso a los Patriots al frente 14-7, una ventaja que les duró exactamente 29 segundos antes de que los Seahawks volvieran a nivelar el marcador.

La temporada pasada se ausentó por completo de la postemporada al menos en los emparrillados. En los noticieros apareció como el jugador que regalaba cervezas o arrasaba con ellas durante el desfile de campeonato.

Si eso ha hecho cuando pierde o no participa en un Super Bowl, solo queda imaginar de lo que sería capaz si es un factor fundamental en el título.

“Gronk”, llegó tu oportunidad.