Diego Costa viene a comerse el mundo
Diego Costa ha vuelto por la puerta grande. A los cinco minutos de saltar al campo ya había marcado su primer gol en esta nueva etapa rojiblanca y luego dejó claro que su presencia va a cambiar el funcionamiento de este Atlético. No se asustó con la lesión y tampoco permitió que algún defensa se pasara en sus entradas. A pesar de la sangre que exhibió en la pierna, no se arrugó y siempre estuvo buscando el pase al hueco, explotando su velocidad y mirando la manera más rápida para llegar a la portería.
Incluso encontró en Griezmann un socio que puede ser letal, aunque está claro que el francés sigue todavía lejos de su mejor forma. Lo mejor de Costa es que este Atlético va a recuperar su gol, su hambre ante el área adversaria y que ya no verá las persianas bajadas en todos sus delanteros. Es más, Vitolo quedó en un segundo plano por la aparición del goleador colchonero, que tiene ganas de comerse el mundo y que tampoco se olvida de ese Mundial de Rusia para el que Lopetegui le va a estar esperando con los brazos abiertos. El Atlético ya tiene cerrado su pase a cuartos de una Copa que apetece mucho y sigue estando con opciones de ir a por todas, aunque está claro que si Costa hubiera podido jugar desde el principio de temporada, la metedura de pata en Champions ante el Qarabag no habría existido. Simeone tampoco pudo ocultar su admiración hacia Costa. Este Atlético va a ser muy diferente al de la primera vuelta.