El Villarreal conquista Mestalla, Trujillo desquició a la grada
El Valencia pierde su primer partido en Mestalla por un gol de Bacca, en un derbi marcado por la actuación del colegiado tinerfeño.
El Villarreal, con un gol de Bacca, se llevó un apasionante derbi, que tuvo en la actuación de Trujillo Suárez su lunar. El Valencia de Marcelino sucumbió por primera vez en Mestalla y se marcha de vacaciones en crisis de resultados, que no de juego y sensaciones. Tercera derrota en las últimas cuatro jornadas; 4 puntos de los últimos 20. Los de Calleja, por su parte, confirman que le tienen tomada la medida a Mestalla (tercera victoria consecutiva) y reafirman su escalada se acercan al Sevilla y a la zona Champions, beneficándose a su manera de la jornada perfecta del Barcelona, en la que han perdido el segundo, tercero, cuarto y quinto clasificado.
Carlos Bacca tuvo la definición que le faltó a Zaza, Rodrigo y Mina; Trujillo Suárez perjudicó al Valencia como le habían beneficiado recientemente colegas suyos. No estuvo acertado el árbitro. Nada,la verdad. Al tinerfeño se le fue un partido sin saber muy bien cómo. Con VAR, además, en Mestalla quizás no se hubiera dado por válido el gol del colombiano, que arrancó en ligera posición de fuera de juego, aunque difícil de ver en directo, y seguro al menos se hubiera lanzado un penalti, el que cometió por manos Trigueros en su afán de evitar el remate de Rodrigo cual Superman. Éste sí visible a todas luces.
Árbitro al margen, o con él mediante, fue un derbi eléctrico. Intenso y tenso. En el que Valencia y Villarreal dejaron constancia de por qué están en la zona alta y que acabó con la condición de invicto de Marcelino en Mestalla. Un partido en el que el método Calleja funcionó a la perfección en la acción del 0-1, en la que más allá de que Bacca saliese centrímetro más o menos en fuera de juego, el tiralíneas de Castillejo y Fornals fue tan preciso y conciso como el ‘sí quiero’ de una boda.
A partir de ahí el Villarreal se puso en modo superviviencia. Con Rodrigo achicando agua a diestro y siniestro en la medular y Sergio Asenjo apareciendo en los momentos claves. Solo en el tramo en el que jugó con superioridad (desde el 59’ hasta el 83’, cuando vio roja Trigueros) tuvo alguna contra para poner la puntilla. Pero sin ninguna regularidad en sus llegadas y sin inquietar a Neto.
¿Y el Valencia? Pues poco se le puede reprochar en cuanto a actitud y derroche. Buscó el empate con ahínco y constancia cuando eran ‘11’ y con orgullo y sin aliento cuando se quedaron ‘10’, tras ver Zaza dos amarillas con apenas dos minutos de diferencia. Los de Marcelino sí han perdido algo de chispa y ejecución. Sus llegadas son más previsibles y la cabeza va más que las piernas. Aún así solo hizo un cambio, con el mercado de enero abriéndose en semana y media.
Pero además la fortuna se le fue allá por noviembre. Porque el larguero evitó el gol de Paulista, Rodrigo se resbaló a un metro de Asenjo y, en el último suspiro, el balón quedó muerto en el área y le cayó Neto, que lo envió a las nubes tras haber subido a rematar un córner. Pero sólo había que escuchar a Mestalla para saber que la gente valoraba el esfuerzo de los suyos. Ello y que Trujillo Suárez tenía al respetable desquiciado. Ganó el Villarreal, que se acerca a la quinta plaza; perdió el Valencia, que se quedó sin poder despedir 2017 como segundo clasificado.
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