Oswaldo Alanís apuesta por el silencio mientras se resuelve todo con Chivas
El defensor central ha optado por el silencio como su mejor escudo luego de que parece se quedará sin jugar al no renovar contrato con Chivas. Los 5 aciertos de Matías Almeyda en Chivas
El panorama era por demás alentador: es uno de los favoritos de Juan Carlos Osorio, tenía posibilidades de ir al Mundial y, después de Rusia 2018, buscar equipo en Europa porque ser jugador libre, una vez terminado su contrato con Chivas, le facilitaría el camino. Pero Oswaldo Alanís no contaba con lo que pasaría cuando la directiva rojiblanca se negara terminantemente a dejarlo ir.
Ahora, mientras el problema se resuelve, el defensor central ha optado por el silencio como su mejor escudo. Mientras Jorge Vergara y José Luis Higuera se han dedicado a dar entrevistas en todos los medios de comunicación que pueden, el jugador prefiere callar. Este jueves, luego de su entrenamiento con la Segunda División del Guadalajara, ofreció disculpas a la prensa por no emitir declaraciones.
Argumentó no querer entorpecer las negociaciones. Y expresó su deseo de ofrecer su versión de los hechos, pero en un mejor momento. Todo empezó cuando la dirigencia se acercó a buscar la renovación del contrato que termina en julio del próximo año. El futbolista se negó, pues sabe que después del Mundial, con el convenio ya finalizado, puede marcharse libremente.
Cuando la directiva insistió en obligarlo a firmar para poderlo vender si tuviera un ofrecimiento del extranjero, comenzó el verdadero problema. Alanís y su gente recurrieron a un “arma de negociación” muy común en el futbol: pedir más tiempo y más de contrato y más dinero de lo que el club esté dispuesto a pagar, para obtener un no como respuesta.
Cuando el asunto se trabó, lo primero que hizo José Luis Higuera fue argumentar que el futbolista había “exigido” un aumento salarial desproporcionado. Después se dio a conocer que el Querétaro lo quiso, con 30 de aumento y lo rechazó por considerarlo, según palabras de Jorge Vergara, un equipo chico. Y la versión de Oswaldo Alanís sigue sin aparecer.
La suerte prácticamente la sentenció el propio Vergara: “Si no se arregla, ya no jugará con Chivas”. Es decir: firma la renovación que el equipo busca por seis meses, para poder venderlo y no correr riesgo de que se vaya gratis, o se queda congelado el tiempo que le queda de contrato. Ni eso hizo hablar al futbolista. Cumple con su parte y entrena con la Segunda División. Pero ante los medios aún no quiere declarar.
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