El Basilea estará en los octavos de final de la Champions después de su victoria frente a un Benfica que despide la competición sin sumar punto alguno y sin el mexicano Raúl Jiménez, quien se quedó en la banca . Mal sabor de boca para los pocos aficionados lisboetas que se dieron cita en el estadio Da Luz y subidón de moral para un equipo suizo que, por segunda vez en su historia, disputará los octavos de la Champions. Y todo gracias a dos tantos de cabeza de Elyounoussi, en la primera mitad, y Oberlin, ya en la segunda . El choque tuvo poca historia. El Basilea se jugaba la vida y el Benfica, nada. Y, cuando se dan estas dos circunstancias, normalmente la victoria suele caer del bando más necesitado . En este caso los suizos, que además se encontraron con un gol muy tempranero. Lang se marchó en velocidad, sacó una espectacular rosca con su diestra y Elyounoussi no desperdició el regalo para hacer el 0-1 con un potente cabezazo . La alegría desbordaba a los hombres del exrojiblanco Wicky, mientras que los pupilos de Conceiçao parecían estar todavía en la caseta. Normal. El técnico hizo varios cambios para dar descanso a habituales titulares y a los suplentes no se les veía con demasiadas ganas de agradar. Sin embargo, tras el tanto, el Basilea se echó atrás y dejó el control del choque a los lisboetas. Entonces sí empezaron a generar algo de peligro, sobre todo en jugadas a balón parado. Jardel y López tuvieron el empate en sendos cabezazos tras balón parado y el meta Vaclik tuvo que lucirse con un lanzamiento lejano de Seferovic. Ahí acabó el arsenal ofensivo de un deprimido Benfica en la primera mitad. El Basilea, mientras, seguía dejándoses dominar y saliendo con velocidad a la contra. Tuvo el 0-2 Steffen en el tramo final, pero la zaga local estuvo más rápida y despejó el peligro. Ahí terminó la primera mitad y, tras la reanudación, el Benfica pareció sacar el orgullo para intentar despedirse de esta edición de la Champions con una alegría . Ni con esas. Siguieron mandando en la medular, pero sin demasiadas ideas, mientras el Basilea esperaba una contra para matar el partido. No la encontró, pero sí llegó la sentencia a balón parado. Centro al área que prolongó Akanji y Oberlin, una de las revelaciones de esta Champions, hacía el segundo de cabeza lanzándose en plancha. Cuarto tanto en seis partidos para este jovencísimo delantero de apenas 20 años y que están dando que hablar en su debut en la competición. Con el 0-2, el Benfica bajó los brazos definitivamente y el Basilea se dedicó a dejar pasar el tiempo. Ni el tanto del CSKA en Old Trafford le dejaba fuera de su objetivo. Los octavos le esperan...