Griezmann, el resucitado: cuatro goles en tres partidos
Tras pasar su peor momento en el Atleti, ocho partidos sin gol, demuestra que no hay que dudar nunca de él: tres partidos seguidos, cuatro goles.
Griezmann marca y el Atlético gana. El delantero francés lleva tres partidos consecutivos marcando y su equipo lo nota favorablemente. Griezmann hizo goles en Champions ante el Roma (2-0), anotó un doblete ante el Levante (0-5) y marcó el tanto de la victoria en el 2-1 frente a la Real Sociedad. Entre medias el Atlético jugó ante el Elche en Copa, pero el punta no jugó. Después de un inicio de temporada muy negativo, Griezmann lleva dos semanas bastante buenas y ha recuperado la chispa y la inspiración de cara al gol. Sus registros señalan que es el máximo goleador del Atlético, con siete tantos (cinco en LaLiga y dos en Champions) en 17 partidos. Por detrás están Gameiro, Thomas y Correa, con cuatro goles. Gameiro lleva tres en LaLiga y uno en Champions en 11 partidos.Thomas ha marcado cuatro goles en 20 encuentros, dos en LaLiga, uno en Copa y otro en Champions. Correa ha anotado los cuatro en el campeonto de la regularidad y ha disputado 19 encuentros de competición oficial. Carrasco ha marcado tres goles, en el campeonato liguero, y Torres, dos, ambos en Copa.
Tras anotar el gol ante la Real Sociedad, Griezmann se marchó a abrazar a Simeone. Sus compañeros, por otro lado, siempre manifestaron confianza y fe ciega en el francés. Así lo expresaron todos, Juanfran, Saúl... cuando les fue preguntado por la falta de goles de su compañero. Desde el 22 de noviembre hasta ahora la vida parece otra para Griezmann en el Atlético. Para él y para su equipo que sueña con poder pelear por LaLiga.
Si el punto de inflexión de este Atleti fue Riazor, el de Griezmann, también. Y por cosas muy diferentes. Al equipo le empujó Thomas, Thomas y su gol en el 91'. A Griezmann el cambio, diez minutos antes, 0-0 en el marcador. Eso y las palabras de Simeone el día anterior. Simeone, ese entrenador que siempre tenía un cariño en la boca para su estrella, su jugador diferente, de pronto, en rueda de prensa, decía que le faltaba "un futbolista que le resolviera los partidos". Ese que, desde hace tres temporas y media, lo hacía. Griezmann. En el partido siguiente, el derbi, el francés se había cortado el pelo. Ese largo despelujado, aunque él buscara un pelo Beckham, con el que la afición vinculaba al delantero y este verano, el de su coqueteo con el United en la tele francesa, su sí pero no.
El derbi fue otro punto de inflexión para el francés, aún más difícil. Al cambio de su entrenador, también 0-0, se sumaba otro: el pito en la grada, el silbido, el reproche de la afición. A él, a quien tanto se quiso. A él, Griezmann, recriminado, porque no salían las cosas como si se hubiese olvidado cuantas tormentas espantaron sus goles. Sería la primera y la última vez. Si hay un jugador que cumple sus números, es Griezmann. Un delantero de rachas. Si ahora ha estado ocho partidos sin gol (sus peores números desde que viste Atleti) eso sólo quiere decir una cosa: ahora vendrá lo mejor. Sus botas lo cumplen a ratajatabla. Las rachas inversas. Los extremos. Pasa de Invernalia al Caribe, del Caribe a Invernalia. Sin otoños, primaveras o grises. Pero ante quien dude, los números. Lleva ya tres partidos en la buena.
Si hasta la de esta temporada su peor racha había sido en noviembre, diciembre del año pasado, la cerró con 16 goles en tres meses, de enero a abril de 2017 (cuatro en Copa, dos en Champions, diez en Liga). Ahora, sigue el guión. Aprovechando, en efecto, el 'pinchazo' del Barça (con quien, por cierto, el Atleti no tiene goal average de momento perdido). Y con Griezmann en su momento bueno. Simeone tratará de aprovecharlo para intentar la hazaña en Londres.
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