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F1 | LA INTRAHISTORIA

El mítico Alfetta de Farina y Fangio lo gestó... Enzo Ferrari

Alfa Romeo ganó los dos títulos iniciales de F1 con un coche que mandó construir el italiano, que se fue y fundó la 'Scuderia' por su mala relación con un ingeniero español.

MéxicoActualizado a
El Alfetta de Farina en 1950.

Causa-efecto. La historia suele ser un perfecto ejemplo de este principio en el que los hechos ocurren por un acontecimiento anterior que lo propicia. La 'Scuderia' Ferrari nació de la mala relación personal entre un piloto convertido en comercial y que llegó a ser el responsable de competición de Alfa Romeo (Enzo Ferrari) y su director técnico (Wifredo Ricart, ingeniero industrial español), una pareja que con la inestimable colaboración del genial diseñador Vittorio Jano había creado en 1937 un mítico vehículo, el 'Alfetta', que ganó 25 carreras seguidas, el primer gran premio de la F1 y los dos primeros mundiales: en 1950 con Nino Farina y en 1951 con Juan Manuel Fangio.

Enzo Ferrari con un Alfa de calle.
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Enzo Ferrari con un Alfa de calle.

La marca, que se fundó en 1910 con el nombre de Anonima Lombarda Fabbrica Automobili (acróstico ALFA) y en cuyo escudo se simboliza la bandera de la ciudad de Milán y una serpiente gigante (il biscione) que devora una figura humana y que formaba parte del escudo de armas de la Casa Visconti que gobernó la región en la Edad Media, dominó con mano de hierro las dos temporadas iniciales de F1 logró diez victorias, diez poles, trece vueltas rápidas, 21 podios, cuatro dobletes... en trece carreras disputadas ya que no asistió a la Indy 500 de ambos campeonatos.

Logotipo de Alfa Romeo.
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Logotipo de Alfa Romeo.

Enzo Ferrari ya había abandonado la firma en 1939 para fundar la 'Scuderia' y no volver a ver a Ricart, pero su decisión de mandar construir el fabuloso Alfa Romeo 158, un V8 de chasis tubular de seis vigas y motor de 1.479cc que entregaba 350CV a 8.500 RPM, también llegó por un suceso del destino, de nuevo la referida ley causa-efecto. En el GP de Italia de 1923, el as Ugo Sivocci murió al volante del P1, el gran orgullo de Alfa Romeo y Enzo Ferrari sufrió una gran crisis que le hizo pedir tomar el control total y rediseñar los monoplazas lo que fue el germen del gran éxito de 1950 y 1951 en F1.

El trébol de Sivocci.
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El trébol de Sivocci.

Como anécdota, decir que Sivocci llevaba en el coche un trébol de 4 hojas sobre un rombo de cuatro puntas de color blanco. Tras el accidente fatal, día que no llevaba el amuleto adherido al P1, en Alfa Romeo decidieron tomar siempre la salida con un trébol de 4 hojas de color verde, pero a diferencia del original que iba pintado sobre un rombo de cuatro vértices, el 'Quadrifoglio Verde' estaría enmarcado sobre un triángulo. El vértice que faltaría para siempre es precisamente, Ugo Sivocci.

El trébol de Alfa Romeo como homenaje a Sivocci.
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El trébol de Alfa Romeo como homenaje a Sivocci.

Más pena que gloria.

Actualmente, ese símbolo va adherido a los coches de más alta gama de Alfa Romeo. Romanticismo que no esconde que su regreso a la F1 en 1979, y hasta 1985, pasó con más pena que gloria, lo mismo que sus años como motorista que finalizaron en 1987. 31 años después volverán con Sauber.

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