Con este discutido formato de Copa conviene hacer memoria para dar sentido al presente. La Ponferradina sorprendió al Villarreal (1-0) hace más de un mes en la ida de dieciseisavos, y por el camino hasta esta vuelta han sucedido demasiadas cosas: el equipo de Terrazas sigue hundido en 2ªB (penúltimo) con tres derrotas seguidas y el vestuario dividido, mientras que el Villarreal ha levantado el vuelo con Calleja, ha pasado de ronda en Europa como líder, sólo ha perdido una vez (Sevilla) y, pese a que su enfermería sigue sin camas vacías, ha recuperado a Asenjo. Él es el hombre del partido.
El guardameta se lesionó hace nueve meses la rodilla por cuarta vez en su carrera. Antes de ese contratiempo había regresado incluso a la Selección con Lopetegui. Hace cuatro días entró en la primera lista del curso, pero esta vez Calleja podría darle la titularidad. Es uno de las pocas licencias que se permitirá dada la trascendencia del choque. Si algunos ven la Copa como un incordio, el Villarreal se lo toma como el camino más factible, dentro de la dificultad, para lograr el primer título de su historia. El técnico meterá a más titulares de inicio de lo que tenía hace tiempo planificado. Se exige la remontada. Rodrigo volverá a tirar del carro. Ramiro, su sustituto de urgencias ante el Sevilla, no va ni citado. Como mucho entrarán de refresco Pau, Raba y Sansone.
La Ponferradina ya eliminó al Villarreal cuando militaban en Segunda y sueña con repetirlo. Su obsesión es marcar. Terrazas, que ya ha protagonizado varias proezas en la Copa, se aferrará a los dos héroes de la ida: el portero Dinu y el goleador Cidoncha. Hay emoción. Aunque ya casi ni lo recordáramos.
