Athletic y Hertha eran los favoritos del grupo y se han complicado mucho la vida. Rico, brillante ante el Villarreal, podría tener una oportunidad de inicio. Vuelve Etxeita.
EI mayor tesoro en el fútbol, y en cualquier orden de la vida, es depender de uno mismo. Y, dentro del concierto internacional, eso se juega hoy el Athletic en casa ante el Hertha de Berlín, sin perder de vista la última jornada de la fase de grupos de Europa League en Lviv ante el Zorya Luhansk. El conjunto rojiblanco ha ido recomponiendo su figura desde la sorprendente y dolorosa derrota de la segunda jornada en San Mamés precisamente frente al cuadro ucraniano y, con cuatro puntos sufridos y afortunados frente al líder Östersund, ha conseguido seguir con vida. En realidad, el grupo colea como ninguno, pues los cuatro equipos tienen opciones, pero los favoritos Athletic y Hertha están en las últimas posiciones (sigue el partido en directo en As.com).
En definitiva, San Mamés vive hoy una final anticipada. El average puede tener su peso y conviene recordar el empate a cero de la ida. Ambos llegan con cuatro puntos. Por su parte, Östersund y Zorya, que se miden en Suecia, suman 7 y 6 puntos. Los leones llegan algo más animados, sin echar las campanas al vuelo, tras buenos apuntes ante el Villarreal el domingo. Rico y Aketxe pidieron a gritos una oportunidad en esa cita reciente y ayer Zigandadesveló que le gusta premiar a los que dan ese paso valiente. Núñez está sancionado, así que Etxeita vuelve a la titularidad, y se cae Vesga, sancionado en la última cita liguera, jugador fetiche para Ziganda en el primer tercio de temporada y ahora un pasajero rezagado en la sala de máquinas.
Es seguro Herrerín bajo palos, un portero con la mosca detrás de la oreja porque el técnico apostó por Arrizabalaga en la ida del primer cruce copero. El Herthano se trae muchas más convicciones. Llega con la certeza de que necesita superar sus problemas en defensa para lograr un buen resultado. Su viaje se retrasó debido a una avería en el avión que transportaba al equipo, ante lo que el entrenador Dárdai optó por hacer el último entrenamiento en Berlín, antes del desplazamiento a Bilbao. El equipo germano quería viajar a las 10:00. Aterrizó con cuatro horas y media de retraso, con mucho viento en Loiu. Una derrota acabaría con su aventura europea y con un empate dependerían de terceros.