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Dallas Cowboys

Los Dallas Cowboys se hunden en las segundas mitades

La falta de un juego de carrera dominante hace que su defensa pase demasiado tiempo en el campo y es ahí donde se acaban viendo sus costuras.

Nov 19, 2017; Arlington, TX, USA; Dallas Cowboys head coach Jason Garrett yells at down judge Phil McKinnely (110) during the third quarter against the Philadelphia Eagles at AT&T Stadium. Mandatory Credit: Matthew Emmons-USA TODAY Sports
Matthew EmmonsUSA TODAY Sports

Los peores temores que existían sobre los Dallas Cowboys con la suspensión de Zeke Elliott se han ido confirmando a gran velocidad en las últimas dos semanas. Si la temporada actual pasaba por minimizar la presencia de la defensa en el campo, que es lo que les hizo tan peligrosos el año pasado, han fracasado en cuanto su running back estrella ha desaparecido de la alineación.

El presupuesto inicial con este equipo estaba claro. Con Elliott en el backfield, y con una línea ofensiva tan dominante, el principal objetivo del ataque tendría que ser dominar el tiempo de juego. Evidentemente, anotar también, desde luego, pero tan crucial como eso sería el tener el tempo de los encuentros agarrado por la solapa y no soltarlo.

Es esa circunstancia, el poder avasallar por tierra, lo que había convertido a una defensa mediocre sobre el papel en una unidad relativamente exitosa. Al tener que estar poco tiempo en el campo era muy agresiva, muy fresca, y eso les daba grandes resultados.

Con la sanción por seis partidos de Elliott este esquema ya no es sostenible. No es que desaparezca el juego de carrera, o la capacidad del ataque al completo, sino que resulta mucho más difícil tener el balón en propiedad. Y eso hace que la defensa tenga que estar más tiempo en el campo.

De ahí a la siguiente derivada hay un paso: la pérdida de ventajas, o de competitividad, en las segundas mitades.

Esta última semana los Cowboys llegaron al descanso con ventaja de 9 a 7 sobre los Piladelphia Eagles. Tras el descanso, sus grandes enemigos divisionales les endosaron 30 puntos.

El anterior domingo el duelo contra los Atlanta Falcons también llegó igualado a la media parte. Los de Dan Quinn pusieron 17 puntos en el marcador tras la reanudación.

A esa defensa le falta Sean Lee, que es mucho faltar. El middle linebacker no es sólo uno de los mejores en su puesto de toda la NFL sino que es la pieza clave de esa unidad. Si sumamos a esa ausencia el hecho de tener que estar demasiado tiempo en el campo y la falta de talento real del grupo en cuanto la agresividad ha de bajar, por fuerza, un par de puntos, se produce la tormenta perfecta.

No ayuda tampoco que Jason Garrett, el entrenador de los Cowboys, no sea conocido precisamente por ser el preparador con mejor cintura y capacidad de decisión dentro de los partidos. Además de los casos ya contados de Philadelphia y Atlanta, los de Dallas han perdido los partidos este año contra Los Angeles Rams y los Green Bay Packers llegando con ventaja a la segunda mitad.

El propio Jerry Jones, dueño del equipo, declaró este fin de semana que no sabía la razón, pero que "es evidente que estamos siendo batidos con comodidad en las segundas mitades. No digo que sea culpa de los entrenadores, sólo digo que no estamos jugando bien en las segundas partes".

Los Dallas Cowboys tienen un récord de 5-5 y, a todas luces, siguen en la pelea por los playoffs que, ahora mismo en la NFC, la marcan los equipos que están 6-4. Es sólo un partido. El problema es que parece que los males previstos en el equipo con la ausencia de Zeke Elliott se están cumpliendo con precisión. Mal asunto.