Tacones. Clic, clac. Camina con paso firme, blusa blanca, pantalones pitillo y zapatos azules de tacón. Se coloca entre David Coulthard y Mark Webber con un micro de Channel Four en la mano, dispuesta a hacer su trabajo. Sussie Wolf, casada con Toto jefe de Mercedes, antes Susie Stodart, se desesperó intentando tener un volante en Fórmula 1 y a finales de 2015, después de estar tres años como piloto de pruebas de Williams, dejó a un lado su sueño deportivo para cumplir otros. Ahora es madre y comentarista de calidad en el paddock. Esa ha sido la última con posibilidades reales de competir en un gran premio, la última en hacerlo de manera oficial después de 21 años.
En 2014 y 2015 disputó varias sesiones de entrenamientos libres con el equipo británico, los últimos en Silverstone ese año y se quedó a casi tres segundos de Nico Rosberg, pero a solo cuatro décimas de su compañero Felipe Massa. Parecía que podía ser, pero a la hora de la verdad no contaron con ella. Cuando a principio de esa temporada Valtteri Bottas se lesionó en la espalda no la pusieron a ella en Australia porque no era posible por reglamento (el finlandés ya había comenzado el GP), pero al siguiente y por si el ahora piloto de Mercedes no podía decidieron llamar a Adrian Sutil. Ese gesto fue demasiado para la moral de Wolff.
Normalmente las mujeres suelen despuntar en karting y en categorías inferiores, pero una vez llegan a las verdadera antesalas de la F1 se produce un parón. Una de las razones podría radicar en la excesiva dureza de los volantes en GP3, pero sobre todo en World Series y F2, categoría en las que, a diferencia de la F1 no hay dirección asistida. Y para moverlo con la precisión necesaria hay que tener una forma física que, según algunos preparadores físicos consultados por AS, no muchas mujeres pueden tener. Y no todos los hombres.
Ahí está el caso de Roberto Merhi, uno de los pilotos más talentosos que ha dado nuestro país y que ha competido en F1, fue llamado este años para una sustitución en F2, al principio sus resultados no fueron los esperado precisamente porque le costaba mover el volante como quisiera ya que llevaba un tiempo fuera de la máxima competición. Una vez lo consiguió estuvo luchando con los mejores como era de esperar.
Merhi tiene su propia opinión sobre la ausencia de mujeres en la F1. ¿Quizá por el aspecto físico? “No deberías ser un handicap, la F1 es muy dura fisicamente porque hay que soportar muchas fuerzas G, pero claro que una mujer podría llegar si dispone de una buena máquina, el factor coche está ahí, pero también es verdad que al igual que en deportes como el tenis hay categorías de hombres y mujeres en la F1 podría ser igual. Yo apoyo la idea de que exista un campeonato femenino porque de alguna manera se asegurarían un sitio en este deporte”. ¿Cual es la razón principal en todo caso? Merhi lo tiene claro: “Por porcentaje es más lógico que no lleguen porque por cada cien mujeres hay dos o tres mujeres y creo que ese es el problema principal”.
¿Cree Merhi que el volante tiene que ver? “Solo sé que es cierto que el volante sobre todo en F2 y World Series sí es mucho más duro”, resalta. Una opinión similar tiene Carlos Sainz. El piloto de Renault afirma que el volante de un F1 con dirección asistida es más o menos igual de duro que el de un GP3 sin esa característica. “En World Series sí es más duro el volante, quizá en la categoría que más, pero no hay una diferencia excesiva con respecto al F1, aunque siempre depende del equipo, del estilo de pilotaje y de la cantidad de dirección asistida que pongas”, destaca el piloto de Renault.
Precisamente Renault tiene en su Academy de jóvenes promesas a Marta García, la piloto que mejor palmarés ha tenido en varias décadas en esa especialidad. Ella está convencida de que no es necesario el campeonato femenino y aspira a llegar a competir contra los hombres. Este año ha participado en la F4. Pero según algunos expertos y médicos deportivos consultados es cierto que el handicap del volante es evidente.
Y no lo es tanto las fuerzas G que, con una determinada preparación física se puede controlar. Según algunas fuentes consultadas la clave está en el llamado ‘avance’, tiene que ver con el angulo caster y el camber. El ángulo caster es la inclinación hacia delante o atrás de una línea vertical que pasa por la parte de arriba hacia abajo del pivote de dirección si viéramos el coche de costado. Mientras el camber “es el ángulo que los neumático forman con respecto a la vertical al ver el vehículo por el frente o por detrás”, según leemos en webs especializadas.
Dependiendo del circuito, los ingenieros controlan ese aspecto, el cambio del set up hace que el volante vaya más o menos duro y se consigue, resumiendo mucho, un mayor agarre en las curvas y por tanto más velocidad. “Un mayor agarre a costa de una mayor dureza del volante, si a esto le unes mucha carga aerodinámica y curvas largas el volante se pone durísimo haciendo que el equipo deba reducir el avance aunque sea peor para la conducción del piloto”, nos explica el jefe de un equipo de World Series y antiguo piloto de monoplazas.
HABLAN INGENIEROS DE F2
“Eso limita a los hombres según su capacidad física, pero es un claro freno a las mujeres, limita un 30% más a las mujeres por su capacidad muscular”, nos dice. De tal manera que algunas mujeres, aunque puedan pilotar estos coches, verán muy complicado ir a la misma velocidad que los hombres. Más aún en una categoría en la que es tan importante el set up porque en teoría los coches son iguales. ¿Hasta que punto afecta esto? Por ejemplo, Beitske Visser, piloto de World Series hasta el año pasado ahora está en GT como oficial de BMW. ¿Sin este problema quizá habría estado más arriba y podría haber llegado a F1? Hay diversas opiniones, pero parece claro que un dato a favor no es.
El ingeniero de F2 del equipo Campos Racing, Emilio Lozano habla desde su experiencia: “Para que tengas un orden de magnitud, cuando veo 65 nxm de par medido en la columna, un piloto que está en forma, empiezan a quejarse de que el volante está demasiado duro”. Y es que según los datos que hemos recogido en fuerzas Newton, en GP3 es de 47N, en F2 de 62N y en Fórmula 1 baja a unos 20N. Pero los equipos de la máxima categoría, más allá de los pilotos pagadores, cuentan para su test con pilotos que hayan destacado sobre todo en las dos antesalas a la F1: F2 (antes GP2) y World Series.
HABLA CARMEN JORDÁ
Carmen Jordá, quizá la piloto más famosa que existe tiene claro lo que sucede: “Bajo mi experiencia, sientes que el problema está en las categorías antesala de la F1, porque en las categorías anteriores como la F3 o el karting, la desventaja física no es tan grande, pero cuando llegas a la GP3 o GP2 o WS, es donde creo, que una mujer tiene desventajas porque no se trata de entrenar más en el gimnasio, se trata de que los pilotos ya van al límite con sus capacidades físicas”. ¿Por qué razón?, le preguntamos a Carmen. “Para conducir un GP2 porque no existe control de dirección con en la F1. Por lo tanto, a las mujeres le es muy difícil progresar en estas categorías antes d llegar a la F1 por eso tampoco nunca hemos visto a ninguna chica que haya corrido una temporada completa en la GP2 o un GP de F1 en los últimos 10 años”.
Y es cierto, pilotos como Kimi Raikkonen han explicado en distintos ámbitos lo complicado que es mover el volante de esos monoplazas de las fórmulas previas a la F1. “Cuando entras en GP3 es algo que tienes como handicap, de hecho hay pilotos que no pasan de ahí porque los equipos no ven que puedan destacar, cuando si hubiera dirección asistida lo harían mucho mejor. Los equipos de F1 dan un test a quien lo hace muy bien en esas categorías y suelen ser hombres”, declara a AS la piloto española. Y es que, según hemos consultado a varios especialistas, mover el volante de un GP3 cuesta más del triple que en un F1. Por ejemplo. Jordá es una clara defensora del campeonato femenino.
HABLA TATIANA CALDERÓN
Sin embargo Tatiana Calderón, la piloto que más cerca está de la F1 en estos momentos y es que aunque reconocer que “es cierto que el tema físico es más duro para las mujeres en especial en las categorías previas donde no hay dirección asistida en el volante como GP3 o F2”, cree que “con el entrenamiento correcto y trabajando más duro que ellos podemos suplir el 30% menos de masa muscular que tenemos”. ¿Cree Tatiana en el campeonato femenino? “No creo que sea una solución porque es de los pocos deportes en los que podemos competir de igual a igual, simplemente hay que incentivar a más mujeres a competir en este deporte porque es una cuestión de meras probabilidades, hay solo 20 asientos y muchos más hombres intentándolo”.
Ella es optimista: “Creo que es una cuestión de tiempo, una mujer llegará a la F1”. Quizá tenga razón Calderón y también Jordá, quizá la solución sería un campeonato femenino en esas categorías inferiores y la que más destaque ahí pueda competir en F1. Mientras diferentes alternativas se barajan sigue pasando el tiempo y ninguna mujer ha logrado emular a Lella Lombardi, la única mujer que puntuó en un gran premio, sexta en España 1975, ni siquiera a Giovana Amato la última que disputó una carrera allá por 1992.
Algunas lo han intentado desde entonces y desde aquí queremos tener un especial recuerdo para María de Villota que perdió la vida a consecuencia de un accidente en un aerodromo mientras probaba un coche de F1. Ahora diferentes alternativas se suceden, Ecclestone era partidario de la idea de un campeonato femenino, veremos en que han pensado desde Liberty…