Conley y Marc arrebatan a los Clippers el liderato del Oeste

Memphis Grizzlies volvió a asaltar el Staples Center (versión Clippers) con una victoria por 104-113. Esta misma deja fuera del liderato de la Conferencia Oeste a los de Los Ángeles, que se colocan ahora con 5-3 por el 6-3 de los Grizzlies.

Esta vez no hubo 'un McGregor', pero sí otra demostración de conjunción en ambos lados de la cancha por parte de los Grizzlies, que recuperan la senda ganadora tras dos tropiezos.

Victoria de equipo

De buena mañana en Los Ángeles en un partido programado para las 11:30 en hora local, ambos equipos tardaron en desperezarse y empezar a jugar. Mike Conley resolvía los embrollos en el ataque de los Grizzlies y su contrario, los Clippers, jugaba a darle balones a un participativo Blake Griffin. La temprana entrada de Tyreke Evans dio las primeras ventajas a los visitantes, pero las cuales eran sostenidas por los de L.A. gracias a lo que sacaban mediante tiros libres (22 a 6 en intentos durante la primera mitad). El impulso de Brandan Wright y sus continuaciones dejaba el marcador 25-27 al término del primer envite.

Ahí empezaron a carburar los Grizzlies, metiendo manos en líneas de pase y cerrando opciones a los exteriores. Parsons en ataque y Ennis en defensa lideraban un primer parcial de 2-6, tras el que vendría uno mayor de 2-11 con el que el equipo de Memphis ponía tierra de por medio. Otro parcial, éste de 6-0, apaciguaba un poco gracias al buen hacer de DeAndre Jordan, bien ante un apagado Marc Gasol. Los Grizzlies se iban sólo con cuatro de ventaja al descanso, 56-60, tras estar doce puntos por encima (39-51, minuto 19).

Tras el paso por vestuarios, el novato Dillon Brooks seguía acumulando minutos. No destacaba, pero contribuía al trabajo sucio que tan bien trabaja Memphis. A Griffin se le unía Jordan, que enlazaba tres acciones cerca del aro para acercar a su equipo en el marcador. Pero el equipo de Rivers empezaba a hacer la goma, como ya había amagado en el segundo cuarto. Mario Chalmers, tanto con Conley como en solitario, llevaba bien un ritmo al que se acomodaba Evans para despegarse a 6-8 puntos de diferencia en el minuto 30. A golpe de banquilleros, en los que a cuatro de los Grizz sólo se oponía Lou Williams, los visitantes terminaban el tercer cuarto ganando por 80-87.

La rotación grizz se estaba mostrando realmente competente y el equipo forzaba a los locales a menos de un 20% de acierto desde la línea de triple. Balones a Griffin, que movía desde el poste a su equipo pero no siempre encontraba la solución. Dos triples de Memphis Grizzlies ponían un redondo 90-100 en el pabellón angelino a falta de cuatro minutos para la conclusión. Y, tras ello, llegaron Mike Conley y su contrato de 153 millones para dar, con una bandeja inverosímil y una bomba con la diestra, la puntilla. Una más de Tyreke Evans, muy superior a sus distintos pares, cerró el partido para dar paso a un anodino carrusel de tiros libres que dio por finalizado el encuentro con 104-113.