El mayor logro de Pochettino
Seguro que todos ustedes recuerdan el primer día en su primer trabajo. Con los sentidos alerta, intentando pasar desapercibido mientras se descubre lo que hay que hacer y lo que no. Comparen esa sensación con la de llegar a un empleo por el que ha sido escogido después de años de experiencia, después de muchos días, semanas, meses imaginando qué hará el día que le llegue, si llega, esa oportunidad. En las últimas tres semanas Pochettino, su cuerpo técnico, Harry Kane, Dele Alli y el Tottenham han entrado en un piso por encima del que estaban, y lo han hecho como ustedes en el segundo escenario, confiados, a gusto.
Se han traído sus bártulos porque pretenden quedarse. Y no aparecieron en esta nueva fase de sus carreras desaliñados, o poco preparados. Tienen tan claro que pertenecen a la élite que llevaban la maleta con ellos justo antes del partido del Bernabéu. Se comportaron, hablaron, se dirigieron a los medios con autoridad y serenidad. Hicieron un partidazo en Madrid, pero no ganaron. Llegaron un par de derrotas, pero una en una Copa de poco interés y otra tras un encuentro que podría fácilmente haber tenido el resultado contrario. Faltaba un golpe en la mesa para poder sacar las cosas y colocarlas en las estanterías y en los armarios, sentirse como en casa. La victoria ante el Madrid les ha servido para plantar la bandera. Ya no hay duda, han llegado. Se llevaron tres puntos que en Inglaterra se considera lo más importante conseguido por Pochettino en estas tierras. Yo diría más: coloca al Tottenham en la élite europea por primera vez en cuarenta años.