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F1 | GP DE MÉXICO

Felicidad y melancolía se vivieron en el GPMX

El Gran Premio de México de la F1 vivió momentos de alegría, pero también de recuerdos dolorosos por los recientes sismos.

Ciudad de MéxicoActualizado a
Felicidad y melancolía se vivieron en el GPMX
CLIVE ROSEAFP

Una autentica fiesta combinada con un dejo de melancolía fue la que se vivió previo al arranque del Gran Premio de México. Fiesta que congregó a más de 140 mil aficionados de la Fórmula 1 y que no dejaron de ovacionar a los pilotos y demostrar que son una de las mejores aficiones del serial.

Y ese dejo de melancolía se dio en la ceremonia del Himno Nacional Mexicano, pues en ella se recordó los dolorosos hechos suscitados por los sismos del pasado 7 y 19 de septiembre. El Himno fue entonado por un coro de niños de Oaxaca y todos los asistentes no dudaron en secundarlo a todo pulmón, levantando el puño en señal de recuerdo de las víctimas y rescatistas de los sismos.

Una sensación de alegría y tristeza se entrelazó en ese preciso momento, pues el recuerdo por las víctimas aún es fresco y tiene demasiado sensible a la sociedad mexicana, pero esa misma sociedad sabe que la vida sigue, lo que quedó demostrado también con el desfile del Carnaval de Calaveras que se dio en la pista, previo a la carrera.

Decenas de calaveras desfilaron, enalteciendo la tradición del Día de Muertos, misma que ha sido bien acogida por la organización de la Fórmula 1. Los propios pilotos y los fans disfrutaron con el colorido de las flores de cempasúchitl, las calaveras de azúcar gigantes y las catrinas, que demostraron que esa tradición sigue en pie y es para todo el mundo.

Al final, tanto aficionados, equipos de Fórmula 1 y pilotos sabían que está edición del Gran Premio de México era especial, pues resaltó una costumbre muy mexicana: levantarse de la adversidad para disfrutar y vivir la vida.