ALFONDO HERRÁN

Ziganda y Valverde, amigos en un pulso sin cuartel

En el fondo Ziganda y Valverde son hijos de una misma idea de juego y de una idéntica forma de trabajar en Lezama.

Alfonso Herrán
Coordinador en la delegación de País Vasco de Diario AS desde 2017. En 2008 entró en Diario AS como redactor de polideportivo y desde entonces es su casa. Le gusta tocar todos los palos, pero ahora está más centrado en realizar las crónicas del Athletic y el Bilbao Basket. Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Deusto.
México Actualizado a

Noticias relacionadas

Al principio de la temporada en Bilbao sobrevolaba una nube de duda: ¿sería Ziganda un Valverde 2.0 o trataría de despegarse tanto de su antecesor, el técnico con más partidos en la historia del Athletic, que hasta traicionaría su propio ideario? Porque en el fondo son hijos de una misma idea de juego y de una idéntica forma de trabajar en Lezama. El navarro se apresuró a adelantar la presión, a valorar mejor las rotaciones y apostar por Vesga, pero poco a poco ha involucionado hacia una apuesta menos arriesgada y, desde luego, lejana al carácter intrépido y desinhibido de su filial durante estos seis años.

No fueron jugadores legendarios, esto no es un pulso Zidane-Guardiola trasladado al banquillo, pero en San Mamés se aliaban en una delantera que encandilaba a la platea. Hombres de perfil medio que despertaron enorme cariño. Hoy nadie duda de que Txingurri será ampliamente ovacionado en su querida guarida bilbaína. Porque, sí, se fue con mentirijillas piadosas (“no tengo nada con nadie”, señaló casi entre lágrimas horas antes de firmar oficialmente por el Barça) y ha dado calabazas al Athletic por otro (como Llorente y, encima dejando dinero, Javi Martínez y Herrera, a los que no se les perdona), pero su legado es tan grande que se le perdona.

Te recomendamos en Opinión