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PLAYOFFS MLB | LIGA NACIONAL

Los Cubs sobreviven a un agónico partido en Washington

Los vigentes campeones del mundo se sobrepusieron a un mal inicio de partido y sufrieron como nunca a la hora de citarse con Los Ángeles Dodgers.

Actualizado a
Los Chicago Cubs celebran su sufrida victoria sobre los Washington Nationals.
Brad MillsUSA Today Sports

Debe ser muy frustrante ser aficionado a los equipos deportivos de Washington, D.C., puesto que entre los cuatro grandes suman ya 68 temporadas combinadas desde que los Washington Capitals lograsen ganar la Stanley Cup de la NHL en 1998, lo que nos lleva a los Nationals de la MLB.

El conjunto capitalino del pasatiempo nacional tiene un talento inmenso, capaz de lo mejor como demostró hace poco más de 24 horas con la joya de Stephen Strasburg, pero también lo peor como fue su desarrollo de un quinto encuentro en el que los Washington Nationals se convirtieron, una vez más, en su peor enemigo.

Los Chicago Cubs han sido capaces de sobrevivir a un tenso, trabado y maratoniano encuentro en el Nationals Park para ganar por 9-8 y citarse con un viejo conocido de 2016 como son Los Ángeles Dodgers.

Un inicio soñado

El duelo previsto entre Gio González y Kyle Hendricks no se confirmó hasta pocas horas antes del inicio del partido por parte de los locales, que dudaban entre el zurdo o Tanner Roark. A toro pasado, nunca sabremos lo que pudo ocurrir con Roark puesto que Gio se mostró impreciso, nervioso, desubicado o todo lo anterior al mismo tiempo cuando concedía una carrera en la primera entrada que podría haber sido mucho más productiva para los Cubs.

Después de una tímida reacción de los Nats en la parte baja, cortada de raíz por la asistencia de Javier Báez al home para eliminar a Turner, los fuegos artificiales hacían acto de presencia en el D.C. en la segunda, gracias a un home run en solitario de Daniel Murphy, un más que notable ‘Cubs Killer’ y un home run de tres de Michael A. Taylor que daba continuidad a su grand slam del encuentro anterior. Con un 4-1 en el marcador, los capitalinos se las prometían muy felices… y Max Scherzer amenazaba en el montículo.

Una pesadilla en vida

Desgraciadamente para ellos, Gio devolvía parte de la ventaja en la tercera entrada para situar el 4-3… y la salida de ‘Mad Max’, que iluminaba el estadio como fuese un árbol de Navidad, no iba a estar más próximo a un sueño sino a una pesadilla.

Porque el relevo de Scherzer, al contrario que los que hemos visto de Jon Lester en esta serie o David Price o Chris Sale en su mayor parte, no obtuvo el resultado apetecido pese a su prometedor inicio, eliminando a Bryant y Rizzo con comodidad.

Una interminable sucesión de errores, imprecisiones, nerviosismo y falta de criterio a todos los niveles abría las compuertas de par en par durante su relevo para que los Cachorros anotasen la friolera de cuatro carreras contra uno de los mejores pitchers de la actualidad, pero fuera de su hábitat natural.

El rodillo de los Cubs no cesó y otra carrera más en la sexta entrada situaba el 8-4, con siete anotaciones sin respuesta por parte de Washington Nationals hasta que todo se volvió a poner patas arriba… una vez más.

Intercambio de golpes

Porque a pesar de las imprecisiones, los errores que llegaron hasta los dos sin incluir una bola perdida entre las luces por Jayson Werth para prolongar de forma innecesaria los turnos de bateo de los Cubs, los Nationals pelearon todos los outs de forma admirable y forzó a Joe Maddon a utilizar a todos sus activos en el bullpen sin poder guardarse nada en un choque en el que cada eliminado costaba sangre, sudor y hasta lágrimas.

Porque al 8-4 para los Cubs, los Nats respondieron con dos carreras en la sexta, a la que siguieron una para Chicago y otras dos más para Washington para dejar el marcador en 9-8.

En definitiva, una locura.

Sin embargo, en este carrusel de sustituciones y vorágine de sensaciones, Maddon se sacó de la chistera un challenge que bien pudo cambiar el devenir del encuentro al pillar fuera de base de forma incomprensible a José Lobatón en la octava y recurrió a un valiente Wade Davis, que encontró su redención tras el grand slam concedido 24 horas antes, para cerrar el encuentro a lo largo de 44 extenuantes lanzamientos.

Así pues, los Chicago Cubs continúan su camino a la hora de intentar revalidar el título logrado en 2016 y tendrán enfrente un muy duro rival en Los Ángeles Dodgers, mientras que para Washington Nationals comienza un periplo bien conocido como es una larga offseason que estará repleta de preguntas sobre lo qué podría haber conseguido esta plantilla, preguntas que como suele ser habitual, no tendrán respuesta o al menos la que ellos querrían tener.